Zulema Guevara, líder indígena del pueblo Kakataibo pide justicia. La líder indígena del pueblo Kakataibo Zulema Guevara busca justicia tras el asesinato de su esposo, Apu Arbildo Meléndez.
Zulema Guevara Kakataibo
En los últimos siete años, la comunidad indígena de Unipacuyacu, habitada por miembros del pueblo Kakataibo en la región central de la Amazonía peruana, ha perdido a cinco de sus habitantes a manos de los acaparadores de tierras, que están vinculados a las redes de drogas.
Este es el precio que han pagado por no poner fin a su búsqueda de títulos legales para sus territorios ancestrales.
Arbildo Meléndez fue asesinado a principios de abril del año pasado y es el Apu o líder más reciente en ser asesinado. Hoy su esposa, Zulema Guevara, está recibiendo amenazas de muerte del mismo grupo de personas que asesinaron a Arbildo. Ante esta peligrosa situación, tuvo que huir de su comunidad a la ciudad selvática de Pucallpa, junto con sus hijos pequeños, a quienes ahora tiene que criar y educar por su cuenta.
En Pucallpa recibe apoyo de organizaciones Indígenas como integrante del Pueblo Indígena de Unipacuyacu. Zulema ha tenido que tomar el asunto en sus propias manos para mantener a su familia fuera de peligro y asegurarse de que las personas que le quitaron la vida a su esposo rindan cuentas.
El equipo de Amazon Watch Perú ha estado acompañando el caso desde mayo del año pasado, apoyando a ORAU, la organización regional Ucayali de la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP). ORAU ha liderado la estrategia de mantener una presión constante sobre el gobierno peruano.
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Amplifican los pedidos de justicia de Zulema para su esposo y otros 14 líderes indígenas que se encuentran bajo una seria amenaza por parte de narcotraficantes y madereros ilegales que intentan expandir sus operaciones ilegales en territorios indígenas. El propio presidente de la ORAU, Apu Berlín Diques, es uno de los 14 que ha sido amenazado.
A principios de diciembre del año pasado, la ORAU organizó reuniones con ministros, congresistas, policías y otros funcionarios de alto nivel. Esto fue parte de la estrategia a largo plazo de la ORAU para obligar al gobierno peruano a cumplir con su responsabilidad de garantizar el derecho de estos líderes a vivir en paz y asegurar los territorios que les pertenecen.
En todas estas discusiones, el mensaje de Zulema y los otros líderes fue el mismo: investigar y responsabilizar a los perpetradores, brindar protección policial y, lo más importante, emitir títulos de propiedad legales urgentes para sus territorios.
Requerir este reconocimiento formal de su tierra requeriría que las autoridades gubernamentales respondieran e implementaran medidas para mantener sus tierras libres del tráfico de drogas y la tala ilegal.