Sendero Luminoso, crisis en el gobierno de Castillo

Sendero Luminoso, crisis en el gobierno de Castillo. El presidente de Perú, Pedro Castillo, cambió de gabinete en medio de acusaciones que algunos ministros simpatizaban con Sendero Luminoso.

Sendero Luminoso gobierno Castillo

Ignacio Tacas tenía 13 años cuando se enteró de cómo su familia fue masacrada. Los detalles le llegaron, pieza por pieza, durante todo un mes de informes fragmentarios de televisión y periódicos.

Los miembros de Sendero Luminoso mataron a su padre, tres hermanas y un hermano, de cuatro a nueve años, abuelos maternos y dos tíos en su remota aldea andina, Lucanamarca, el 3 de abril de 1983, mientras estudiaba en una escuela estatal en la costa peruana.

Se encontraban entre las 69 personas, incluidos 18 niños, asesinadas en lo que sigue siendo la más infame de las atrocidades cometidas por el grupo de línea dura maoísta. Muchas de las víctimas murieron con cuchillas e instrumentos contundentes.

El baño de sangre, que el Informe oficial de Verdad y Reconciliación de Perú describió como «demente», fue una venganza para los lugareños que se rebelaron semanas antes contra Sendero Luminoso y mataron a uno de sus comandantes.

Según ese mismo informe, Sendero Luminoso fue responsable de matar al menos a 28.000 personas, la mayoría de ellas de comunidades rurales empobrecidas, entre 1980 y 2000, mientras el grupo buscaba construir una utopía proletaria.

Ahora, décadas después, los recuerdos del grupo han vuelto a sacudir a Perú después de que el presidente Pedro Castillo nombró a figuras acusadas de ser simpatizantes de Sendero Luminoso en los más altos niveles de su nuevo gobierno de izquierda.

Los nombramientos provocaron una reacción tan severa que Castillo se vio obligado esta semana a cambiar una gran parte de su gabinete a solo dos meses de su mandato de cinco años.

«Es una gran preocupación», dijo Tacas, ahora de 50 años, a Al Jazeera en una entrevista antes de la reorganización.

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