Salida de Trump, lejos del fin del populismo. La salida de Trump de su cargo el miércoles será bienvenida por muchos que condenan el aumento del populismo global, pero es un síntoma de un populismo que puede crecer en la década.
Trump salida
El año pasado, alrededor de dos mil millones de personas fueron gobernadas por líderes populistas, incluidos más de 300 millones en Estados Unidos, según una investigación de Global Populism Database, que analizó los discursos de líderes de 40 países durante las últimas dos décadas. Eso es un aumento de 120 millones al cambio de milenio.
La investigación encontró que los líderes en diferentes continentes ganaron el poder a través de tácticas de campaña comunes, incluido el ataque a organizaciones multinacionales, los llamados «medios falsos» e inmigrantes. Este éxito electoral es en sí mismo un microcosmos de un vuelco más amplio de las placas tectónicas del panorama político global.
Hace unos 20 años, solo un puñado de estados con poblaciones de más de 20 millones tenían líderes clasificados como populistas. Esta fue la era de Silvio Berlusconi como primer ministro inconformista de centro-derecha en Italia, presagiando el ascenso de Trump y Hugo Chávez como presidente venezolano.
Este pequeño club populista se expandió significativamente a raíz de la crisis financiera de 2007-08, pero el mayor aumento del populismo se ha producido en la última media docena de años.
Sin duda, un número significativo de países, incluidos Canadá, Francia y Alemania, nunca ha tenido un líder de la posguerra que utilizara la retórica populista, pero incluso en estos estados, la proporción de votos destinados a los partidos políticos populistas se ha triplicado desde 1998.
Otro hallazgo clave de la investigación es cómo los matices del populismo difieren en todo el mundo. En América del Sur, el populismo se inclina hacia el socialismo, aunque con Jair Bolsonaro en Brasil como un caso atípico, mientras que los populistas en Europa tienden a estar en el centro.