Pontificia Universidad Católica del Perú, la más antigua del país

Pontificia Universidad Católica del Perú, la más antigua del país. Fundada en Lima en 1917 como primera institución privada de educación superior, la Pontificia Universidad Católica del Perú es la más antigua.

Pontificia Universidad Católica Perú

La Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) es la universidad privada más antigua y prestigiosa del país. Su excelencia académica, investigación, infraestructura y la reputación de sus ex alumnos y publicaciones la han convertido en una institución muy apreciada entre todas las universidades peruanas.

Ofrece 44 programas de pregrado, 106 maestrías y 15 doctorados, así como 78 programas de educación a distancia, y tiene 345 convenios académicos con universidades extranjeras. “La PUCP es una universidad con estándares y acreditaciones internacionales, dedicada a la investigación y la docencia”, dice el Dr. Marcial Rubio Correa, Rector de la PUCP.

Fuera del campus principal en San Miguel, Lima, la PUCP complementa sus programas académicos con 29 centros e institutos especializados en el estudio de diversas disciplinas e investigaciones, como lenguas extranjeras, medio ambiente, automatización industrial y derechos humanos.

Su prestigiosa Escuela de Negocios Centrum Católica, por ejemplo, ofrece varios programas de maestría profesional y gerencial, tanto en el campus como en línea, así como el primer MBA internacional de Perú que otorga un título simultáneo, impartido en Centrum y Maastricht School of Management. Entre muchos otros reconocimientos, Centrum también es la primera escuela en Perú en obtener la Acreditación Internacional AACSB, un sello de excelencia obtenido por menos del 5% de las escuelas de negocios del mundo.

Responsabilidad social

Con respecto a la responsabilidad social, la universidad cuenta con una amplia variedad de programas de gran alcance en marcha. Por ejemplo, tiene un gran proyecto en zonas de Chincha que fueron afectadas por el terremoto de 2007 que azotó Perú. Cuando sucedió, toda la universidad reaccionó.

Los ejemplos de participación de estudiantes y profesores incluyen un grupo geográfico que comenzó a mapear el riesgo sísmico en el área, mientras que otros grupos se enfocaron en actividades para niños. Los estudiantes de psicología decidieron comenzar a trabajar en los efectos de la catástrofe en la salud mental, ya que las personas “no solo habían perdido sus hogares, sino que también habían perdido el sentido de un futuro para sus vidas”.