Política en Perú, insólito giro ultraconservador ante Bicentenario. Castillo y Fujimori rechazan la igualdad de género, matrimonio homosexual y el aborto, lo que marca un retroceso de la política en Perú ante el Bicentenario.
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Un frío resumen de las elecciones presidenciales del pasado domngo arrojan la siguiene estadística:
El docente y sindicalista rural Castillo, de 51 años, obtiene el 19% de los votos, mientras que la hija del autócrata Alberto Fujimori, de 45, y acusada por lavado de activos logra el 13%, 26 puntos menos que los que consiguió en los comicios de 2016.
Mientras, el 12% de electores dejó su voto en blanco y hubo un 28% de ausentiismo, pese a que el voto es obligatorio en el Perú.
Parece un despropósito para el país, a punto de celebrar el Bicententario como nación.
Ambos candidatos, desde espectros ideológicos opuestos, se han manifestado en contra de la igualdad de género, el matrimonio entre personas del mismo sexo y el aborto.
No solo quien llegue a la presidencia llevará sus ideas conservadoras. El Congreso tendrá, por primera vez, una bancada de la ultraderecha católica.
Ante la segunda vuelta, el escenario de crisis de la política peruana, golpeada con fuerza desde 2016 por la inestabilidad institucional y casi ingobernable, parece empeorar. Perú ha tenido cuatro presidentes desde entonces, y muchos congresistas usan el cargo para bloquear posibles investigaciones y juicios a los líderes de los partidos, la mayoría por casos de corrupción.
El abogado y profesor Juan de la Puente explica: ”El Congreso elegido es mucho más conservador que los que hemos tenido en los últimos años y fragmentado. Esa correlación es interesante porque es muy probable que los sectores conservadores logren una mayoría parlamentaria para darle sostenibilidad a un Gobierno de Fujimori o para realizar una oposición dura al Gobierno de Castillo”.