Policía en Perú desaloja a miles de familias de clase trabajadora. Con la pandemia en Perú fuera de control y el sistema de salud en colapso, el gobierno envió a la policía para los desalojos de miles de personas sin hogar y desempleadas.
Perú desalojos
Perú ha registrado el mayor número de muertes por COVID por millón de todos los países de América Latina, al mismo tiempo que sufre el declive económico más pronunciado del continente por la pandemia.
Como resultado, miles de familias de clase trabajadora y pobres, que se quedaron sin trabajo ni techo sobre sus cabezas, se han apoderado de la tierra y han construido casas improvisadas en las afueras de Lima y otras ciudades peruanas.
En marzo y abril de este año, entre 4.000 y 10.000 familias instalaron chabolas en los cerros Lomo de Corvina y El Morro Solar, mientras que otras 100 familias se trasladaron a la pequeña y contaminada playa de La Chira, todas ubicadas al sur de Lima.
Construyeron casas con materiales como piedras, plástico y palos, junto con mantas, carpas y cartón.
Las familias sin hogar también instalaron estructuras en terrenos en Jicamarca, al este de la ciudad capital. Asimismo, 300 personas se trasladaron al asentamiento Hijo de la Caledonia II, donde se han construido viviendas con materiales prefabricados y cubiertas de chapa ondulada.
Las ocupaciones de tierras amenazaron con extenderse al cerro San Cristóbal, un ícono de Lima donde una gran estatua iluminada de Cristo en la cruz se eleva sobre la ciudad. El cerro está ubicado en el distrito de Rimac, originalmente construido por la nobleza española en la época colonial y hoy se ha convertido en un distrito obrero superpoblado y empobrecido.
Los medios corporativos denunciaron inmediatamente las invasiones como ilegales y exigieron a la Policía Nacional del Perú los desalojos. Invocaron una ley aprobada en 2015 por el congreso peruano notoriamente corrupto, que castiga las invasiones de tierras con penas de prisión.
