Pescadores artesanales de Perú, frágiles y fuera del sistema. Es posible reducir la vulnerabilidad de las familias de pescadores artesanales de Perú. Cómo.
Pescadores Perú
Los pescadores artesanales de las zonas costeras vulnerables del Perú se esfuerzan por adaptarse al calentamiento de las aguas y al aumento del nivel del mar, así como a los posibles cambios en las corrientes y las migraciones de especies debido al cambio climático y la sobrepesca en alta mar.
Con sus aguas ricas en nutrientes, Perú tiene una de las pesquerías más productivas del mundo. Una gran parte del sector está compuesta por pescadores artesanales locales, la mayoría de los cuales vive en la pobreza a pesar de ser la principal fuente de alimento para muchos residentes de la costa. Pero se está produciendo un cambio.
A través de un proyecto innovador financiado por el Fondo de Adaptación e implementado por el Fondo Fiduciario Peruano para Parques Nacionales y Áreas Protegidas (Fondo Ambiental Profonanpe) y el gobierno peruano (Instituto del Océano y Ministerio de Producción), se logran pequeñas comunidades pesqueras en las costas norte y sur fomentando la resiliencia a las amenazas climáticas mediante la adopción de prácticas de pesca sostenibles, la diversificación de los medios de vida, la mejora de la seguridad alimentaria y la calidad de los productos del mar, al tiempo que se restauran los ecosistemas marinos naturales de los que dependen, y se aumentan sus ingresos en el proceso.
El proyecto de Acceso Directo de US $ 7 millones, financiado a través del Fondo de Adaptación y que comenzó en mayo de 2018, se enfoca en reducir directamente las vulnerabilidades de 500 pescadores en las calas de Máncora en el norte y 200 en las calas de Huacho en el sur. Miles más se beneficiarán indirectamente.
“Con esfuerzo, dedicación y cuidado, logras lo que te propones. Y, teniendo este proyecto a la cabeza, será mucho mejor. Yo diría que está funcionando bien y que hay que seguir ”, dijo Marcelino Gonzales, pescador de la Cofradía de Pescadores Artesanales de Cala El Nuro en Máncora, que ha podido vender productos directamente y participar en ferias de pescado gracias al proyecto.
