Pesca artesanal de calamar en Perú, daños de flotas internacionales

Pesca artesanal de calamar en Perú, daños de flotas internacionales. Embarcaciones ilegales amenazan los medios de vida de los pescadores de calamar de menor escala al norte del Perú.

Perú pesca calamar

En Paita, al norte de Perú, cerca de Ecuador, hace calor todo el año. Pedro Díaz y otros cinco pescadores artesanales llevan tres días abasteciendo la embarcación de víveres, hielo para la bodega y las herramientas necesarias para pescar el calamar de Humboldt, o pota, como lo llaman, en las aguas del Pacífico.

Solo conocen la hora de salida; el regreso es siempre incierto. Puede tomar entre una semana y quince días completar el viaje y regresar a la costa.

La pesca de pota, un molusco de rápido crecimiento, se ha convertido en la segunda actividad pesquera más grande del Perú, en términos de volumen de captura y contribución a los ingresos de exportación.

Solo en 2020, Perú exportó más de 297.000 toneladas, por un valor de 610 millones de dólares. Durante años, el país ha sido responsable de aproximadamente la mitad de los desembarques mundiales de calamar, según la Organización para la Agricultura (FAO) de las Naciones Unidas y Alimentos.

Paita obtiene el mayor volumen de calamar de Humboldt en Perú por tonelaje: en los últimos cinco años, ha capturado un promedio de 250.000 toneladas anuales. Y esa cifra va en aumento. La pesca se concentra aquí debido a las favorables condiciones ambientales, en términos de temperatura, salinidad, profundidad y oxigenación.

Barcos extranjeros

La abundancia de calamares también atrae a los barcos extranjeros. En agosto y septiembre de 2020, embarcaciones con bandera china sobrevolaron las fronteras de las Zonas Económicas Exclusivas de Perú y Ecuador, lo que provocó una protesta internacional por la presunta sobrepesca.

Unos meses antes, en junio, la Oficina de Pesca del Ministerio de Agricultura de China introdujo una veda estacional de pesca de pota para el período de septiembre a noviembre en el área al oeste de las Islas Galápagos de Ecuador.

Para los pescadores artesanales del norte de Perú, la pesca no reglamentada por embarcaciones nacionales también es un problema importante. Junto con la informalidad del sector, que provoca variaciones de precios y obstaculiza los esfuerzos de conservación, significa que muchos ya no quieren apostar por ganarse la vida con el mar.