Peruanos preparan cápsula del tiempo para el Tricentenario
Peruanos preparan cápsula del tiempo para el Tricentenario. Funcionarios peruanos exhibieron objetos que serán colocados en una «cápsula del tiempo», para abrirse por futuros peruanos en el Tricentenario, en 2121.
Peruanos cápsula tiempo
«Ya tenemos los objetos seleccionados entre los objetos que (los ciudadanos) han traído de todas las regiones del Perú», dijo Leslie Urteaga, viceministra de Patrimonio e Industrias Culturales.
Entre los elementos que se guardarán en la cápsula del tiempo se encuentran una máscara y una cubierta facial COVID-19, una boleta electoral en la que un maestro rural convertido en novicio político y la hija de un expresidente encarcelado compiten por la presidencia, y una camiseta de fútbol del seleccionado nacional de Perú.
Más de 100 objetos formarán parte de la llamada Semilla del Tiempo del Bicentenario. También contará con libros, periódicos, réplicas arqueológicas y semillas.
Urteaga lo llamó un «puente» entre los peruanos bicentenarios y los del tricentenario.
“Los peruanos del bicentenario tenemos un gran mensaje no solo (visto en) nuestras expresiones culturales y naturales, sino también desde la creatividad, la inteligencia, la determinación y la ilusión que nuestra cultura nos ofrece para el futuro del país”, dijo.
De esta manera, en 100 años, los peruanos del futuro recibirán el mensaje de esta generación, a través de los contenidos en la cápsula, como testimonio de la época que tocó vivir y las enseñanzas que se puedan rescatar.
Creatividad e innovación
Para la selección de las propuestas, a cargo del grupo de trabajo sectorial especialmente conformado para este proyecto, se tomó en cuenta la vinculación del contenido con el tema escogido, su claridad y relevancia, así como su creatividad e innovación.
Entre las propuestas seleccionadas se encuentran “Resistencia en el arte de tablas de Sarhua en tiempos de covid-19”, presentada por Valeriana Evanán, reconocida artesana sarhuina; e “Inkafont”, una fuente tipográfica inspirada en los tocapus de los incas, que son los dibujos geométricos que se encuentran en vestigios incas.
También “Costumbres folclóricas en el valle del Mantaro”, que consiste en la presentación del mate burilado que ha sido un soporte iconográfico a través del tiempo, desde el pre cerámico y continúa hasta la actualidad.