Perú, víctimas esperan investigación del Vaticano. En Perú las víctimas de Solidatium están entre esperanzadas y amargadas por investigación del Vaticano a la desopilante orden laica.
Perú víctimas Vaticano
La visita a Perú del arzobispo Charles Scicluna de Malta y del español Mons. Jordi Bertomeu Perú para investigar la organización laica Sodalitium Christianae Vitae está siendo recibido con confianza por muchas de las víctimas. Muchos esperan que finalmente esta sección de fanáticos religiosos se disuelva. Algunos, sin embargo, dicen que perdieron la esperanza de que el caso se resuelva.
La poderosa institución laica con una membresía masiva no solo en Perú, sino en varios otros países, el Sodalitium fue acusado de promover el abuso espiritual, físico y sexual sistémico contra docenas de miembros durante décadas, así como la corrupción financiera.
El Sodalitium fue fundado por el laico católico Luis Fernando Figari en 1971 y fue reconocido como sociedad de vida apostólica, aprobado por el Papa Juan Pablo II en 1997. Con reputación de ser una organización conservadora y elitista, tiene ramas masculinas y femeninas, además de movimientos laicos.
A pesar de las intervenciones de la iglesia en diferentes ocasiones en los últimos años, “no se hizo nada para responsabilizar a los abusadores” y ellos “siguieron perpetrando crímenes”, dijo la teóloga Rocío Figueroa, profesora del Good Shepherd College en Nueva Zelanda y ex miembro del grupo. en el que pasó 22 años.
“A veces enfatizamos solo el tema del abuso pero nos olvidamos de hablar de la estructura que lo permite, que involucra coerción, lavado de cerebro, manipulación espiritual y psicológica”, dijo a OSV News, y agregó que entrevistó a ex integrantes que abandonaron el Sodalitium hace sólo dos años, e informó que tales prácticas aún continúan.
Figueroa, quien se unió a la organización cuando tenía 18 años, fue víctima de abuso sexual. Se convirtió en una figura central en las denuncias contra el grupo y, como académica, ha realizado investigaciones y escrito obras sobre sus procedimientos.
Esperanzas
“Confío en (Monseñor) Scicluna y (Monseñor) Bertomeu porque jugaron un papel decisivo en el caso chileno”, dijo en alusión a la investigación que realizaron en el país sudamericano en 2018, que investigó los delitos perpetrados por pederastas.
Fernando Karadima, un sacerdote que terminó siendo laicizado. Su informe sobre la operación de encubrimiento llevada a cabo por la iglesia chilena llevó al Papa Francisco a pedir disculpas al pueblo chileno. Todos los obispos chilenos ofrecieron luego su renuncia al pontífice.
Arzobispo Scicluna, quien es el secretario adjunto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano, y Bertomeu, que también es miembro del Dicasterio, hablarán con las víctimas y los líderes del Sodalicio, así como con los periodistas que investigaron la organización.
Sciluna es conocido como uno de los principales fiscales del Vaticano en casos de abuso sexual, habiendo investigado el caso del padre Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo, en 2005.
Paola Ugaz
Dos reporteros, Pedro Salinas y Paola Ugaz, jugaron un papel clave en dar a conocer los crímenes del Sodalicio. Llevaron a cabo investigaciones exhaustivas sobre la organización y denunciaron sus fechorías en libros de gran venta.
Su trabajo provocó una ola de demandas por difamación, una de ellas interpuesta por el arzobispo de Piura, José Antonio Eguren. El arzobispo Eguren, miembro del Sodalitium, ganó el caso contra Salinas, pero terminó retirando su petición después de que interviniera el Vaticano, recordó Ugaz.
“Cuando se publicó el primer libro sobre los abusos en 2015 (Half Monks, Half Soldiers), el Sodalitium dijo que se disculparía y ayudaría a las víctimas. Pero cuando supieron que estábamos investigando sus operaciones financieras, nos persiguieron”, dijo Ugaz.
Dijo que uno de sus entrevistados la alertó hace años sobre el apetito de dinero de Sodalitium, diciéndole que el grupo era dueño de vastas áreas en Piura y estaba involucrado en varios emprendimientos.
“Empecé a investigar y descubrí que combinaban emprendimientos sin fines de lucro, como escuelas, con actividades corporativas, incluyendo negocios inmobiliarios y mineros. Operaban como una empresa regular”, explicó.
El trabajo de Ugaz también reveló que Sodalitium tenía offshores en Panamá y en otros lugares y les enviaba dinero. Sus acciones, agregó, nunca podrían ser debidamente monitoreadas por las autoridades peruanas, dado que utilizaron el concordato (la convención oficial que define la relación entre la iglesia católica y el estado en un país determinado).