Perú, Vargas Llosa detalla ruptura con Isabella Preysler

Perú, Vargas Llosa detalla ruptura con Isabella Preysler. Escritor peruano Mario Vargas Llosa confesó que se enamoró mucho de Isabella Preysler, reconociendo estilos de vida muy diferentes.

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Vargas Llosa Isabella Preysler

Mario Vargas Llosa finalmente se ha pronunciado con más detalle sobre su ruptura con Isabella Preysler. El escritor ha reconocido que sus estilos de vida eran muy diferentes, al igual que su entorno.

“Estaba muy enamorado de Isabel. Pero digamos, ese mundo no es mi mundo”, confesó el premio Nobel de Literatura en una entrevista.

Sobre Los vientos contó que publicó en 2021 con ciertas similitudes a su vida en Villa Meona, ha asegurado: “Pasó completamente desapercibido y ahora está en todos lados (…) Mensajes absurdos y sin sentido. Jamás en mi vida se me habría ocurrido ridiculizar a Isabel. En ese momento me llevaba muy bien con ella. ¡Ya ni me acuerdo cuando escribí esos episodios que se han publicado en los periódicos, incluso en Francia”.

En este sentido, se ha sentido desbordado por la presión mediática: “A las siete de la mañana, cuando salía a dar un paseo, ya estaban en la puerta los periodistas. ¡A las siete! Como un mes. Hace días que no están. Qué maravilloso.»

El autor de La fiesta del chivo ha sido cauto a la hora de hablar de Isabel. La madre de Tamara Falcó explicó que los supuestos celos infundados de la escritora desencadenaron el principio del fin. Vargas Llosa, en cambio, no ha entrado en trapos y se ha limitado a decir que el mundo de la socialité no era su mundo.

Madame Bovary

Sin embargo, ha dejado claro que no era el amor de su vida. Tampoco su exmujer, Patricia Llosa, con quien suenan rumores de reconciliación. Es Emma Bovary, la protagonista de Madame Bovary: “Es verdad, es la pura verdad”.

Por otro lado, el peruano ha recordado uno de los peores episodios que vivieron juntos, su contagio de Covid-19: “Fue horrible. Estaba trabajando y me empezaron a temblar las piernas. Y tenía algo en la garganta y no podía respirar. Isabel llamó a un médico, y cuando llegó lo escuché decir: “Le está subiendo mucho la fiebre. Tenemos que llevarlo a la clínica”.

Incluso temió por su vida: “La espera era angustiosa, me ahogaba. Me metieron directamente de la ambulancia a una especie de tubo por donde salía oxígeno. Entonces comencé a respirar. Creo que la experiencia más dramática que he tenido ha sido esa falta de oxígeno. Tuve la impresión de que me estaba muriendo”.

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