Perú, tribu Kichwa gana lucha judicial sobre tierras amazónicas. Comunidad indígena Kichwa del Perú celebra una victoria legal en la última etapa de su intento por recuperar sus selvas tropicales.
Perú tribu Kichwa
La comunidad indígena Kichwa de la Amazonía en Perú está celebrando una victoria legal en la última etapa de su intento de recuperar sus selvas tropicales ancestrales.
La comunidad de Puerto Franco de la tribu Kichwa dice que su territorio fue robado para formar el Parque Nacional Cordillera Azul en 2001.
Empresas como Shell y TotalEnergies gastaron decenas de millones de dólares en créditos de carbono en el parque para contrarrestar las emisiones de sus operaciones de combustibles fósiles.
Los Kichwas no obtuvieron casi nada y pasaron hambre, a pesar de que una investigación de Associated Press de 2022 concluyó que era casi seguro que era su territorio ancestral, según los términos de una convención que Perú firmó hace décadas.
La comunidad celebró una dramática victoria legal el año pasado, cuando la jueza provincial Simona del Socorro Torres Sánchez dictaminó que la creación del parque sin su consentimiento había violado sus derechos. Se ordenó a las autoridades que les otorgaran la propiedad legal y los ingresos de las ventas de créditos de carbono.
Pero un tribunal de apelaciones anuló rápidamente esa decisión, en una decisión que algunos expertos legales calificaron de cuestionable.
Sin embargo, la jueza Sánchez ha vuelto a fallar a favor de los kichwas y ha dictado una nueva orden para que los kichwas recuperen sus tierras y se beneficien de las ventas de créditos de carbono. Encontró que los kichwas eran indígenas y que sus derechos territoriales contaban más que el tiempo transcurrido.
Gobierno peruano
El gobierno peruano y una organización sin fines de lucro que administra el parque, CIMA, han argumentado que ha pasado demasiado tiempo para que los kichwas presenten una reclamación y que no son verdaderamente indígenas. Las autoridades peruanas también han argumentado en presentaciones legales que la comunidad no se opuso a la creación del parque en 2001.
El líder kichwa Inocente Sangama dijo que estaba «indignado» por la afirmación de que no eran indígenas. «¿Quién dijo que una persona indígena no puede usar ropa?»
“La justicia nos ha dado la razón”, dijo. “Nos sentimos orgullosos y felices”.
La AP envió un correo electrónico al gobierno peruano, pero no recibió respuesta de inmediato. Jorge Aliaga Arauco, director de CIMA, dijo por correo electrónico que apelarían la decisión y que tenían pruebas sólidas. La organización sin fines de lucro dice que las ganancias del proyecto de bonos de carbono ayudan a proteger la antigua selva tropical, uno de los entornos más prístinos y con mayor biodiversidad de Perú.
El caso podría estar llegando a su conclusión.
Juan Carlos Díaz, abogado constitucional de la Pontificia Universidad Católica del Perú, dijo a la AP que el fallo podría ser apelado ante un tribunal superior. Si los kichwas ganan allí, la decisión sería definitiva, dijo. Si los kichwas pierden, tendrían un último derecho de apelación, ante un Tribunal Constitucional en Lima, pero el gobierno no tiene ese último recurso.