Perú, sitio antiguo Huaycán intenta revivir como comunidad moderna
Perú, sitio antiguo Huaycán intenta revivir como comunidad moderna. A una hora en auto del centro de Lima, capital del Perú, la comunidad espera preservar el glorioso pasado de Huaycán y mejorar su propio futuro.
Perú Huaycán comunidad
Complejo arquitectónico palaciego construido con tierra apisonada y piedra cuenta con pasadizos laberínticos, almacenes que una vez guardaron alimentos y habitaciones amuebladas que un emperador inca, el gobernante de la región del siglo XV, pudo haber visitado.
Este sitio, ahora denominado Zona Arqueológica Monumental Huaycán de Pariachi (ZAMHP), ha sido ocupado por muchos pueblos.
Entre 900 y 1450, estas tierras pertenecieron a los Ichmas, una antigua sociedad del actual Perú que floreció en la costa central, y luego a los Incas, conquistadores del mayor territorio de América antes de la llegada de los españoles.
Los hallazgos arqueológicos en las 60 hectáreas de ZAMHP incluyen cerámica, textiles, fardos funerarios y caminos incas. “Estamos confrontando la historia mundial en un solo marco”, dice el médico y antropólogo físico Guido Lombardi.
Los visitantes de hoy pueden experimentar esa historia de una manera única. Paseando por los terrenos, pueden ser recibidos en la huaca , o lugar sagrado, por una mujer joven envuelta en la elegante túnica amarilla de una sacerdotisa de la diosa Chaupiñamca de los Ichmas, o por un hombre vestido con una túnica y un sombrero de plumas, el curaca, o gran jefe, del sitio.
Sitio arqueológico
Estos recreadores son parte de un proyecto juvenil local llamado Huaycán Cultural. Llamado así por la comunidad circundante de Huaycán, este pequeño grupo de personas apasionadas está tratando de proteger el sitio arqueológico. En el proceso, esperan seguir los pasos de otros proyectos comunitarios en América Latina que han traído desarrollo económico con éxito al apoyar sitios con atractivo arqueológico y turístico.
Estos recreadores son parte de un proyecto juvenil local llamado Huaycán Cultural. Llamado así por la comunidad circundante de Huaycán, este pequeño grupo de personas apasionadas está tratando de proteger el sitio arqueológico. En el proceso, esperan seguir los pasos de otros proyectos comunitarios en América Latina que han traído desarrollo económico con éxito al apoyar sitios con atractivo arqueológico y turístico.
El trabajo es especialmente notable en la forma en que se basa y apoya a una comunidad que ha sufrido negligencia política y corrupción. Huaycán Cultural ha ofrecido nuevas oportunidades a los jóvenes residentes y ha creado orgullo en la identidad local.
En el pasado, explica Ricky Ramos, integrante del grupo y estudiante de arqueología de la Universidad Nacional Federico Villareal, “escuché a gente de Huaycán decir que no son de aquí”. Pero esa actitud, señala, está cambiando a medida que Huaycán Cultural ayuda a las personas a apreciar la historia y el patrimonio único de la zona.
Como dice Lucero Solano, otra miembro de Huaycán Cultural que estudió turismo sostenible en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, “gracias a nuestra huaca, comencé a mirar a mi comunidad con otros ojos”.