Perú, Saúl Lliuya cada vez más héroe ambiental. Cómo la demanda de Saúl Lliuya agricultor del Perú desafía a los gigantes energéticos mundiales por el daño climático.
Perú Saúl Lliuya
Saúl Lliuya, agricultor del Perú, desafía a los gigantes energéticos mundiales por el daño climático. Y podría replantear la lucha por la justicia climática.
El caso tardó casi 10 años en ser escuchado y los jueces visitaron Perú para ver el pueblo de primera mano.
¿Se puede responsabilizar a una empresa energética por el derretimiento de glaciares al otro lado del mundo? Un agricultor peruano cree que la respuesta debería ser sí.
Saul Luciano Lliuya, un agricultor y guía de montaña quechuahablante de la región peruana de Ancash, se presentará ante el tribunal esta semana, mientras su batalla legal de casi una década contra el gigante energético alemán RWE llega a su clímax.
El hombre de 44 años sostiene que RWE, como uno de los principales emisores de emisiones que alteran el clima del mundo, debería compartir el costo de proteger su ciudad natal, Huaraz, de un lago glacial hinchado que corre el riesgo de desbordarse debido al derretimiento de la nieve y el hielo.
Las audiencias, programadas para el 17 y 19 de marzo en el Tribunal Regional Superior de Hamm, Alemania, determinarán qué pruebas serán admisibles en el juicio final, que decidirá si RWE, que nunca ha operado en Perú, puede ser considerada responsable de los daños.
Caso Lliuya
Lliuya impugnó por primera vez a RWE después de que un estudio de Carbon Majors de 2013 encontrara a la empresa responsable del 0,5 por ciento del cambio climático desde que comenzó la industrialización en la década de 1850.
Pide que la empresa pague alrededor del 0,5 por ciento del costo de proteger a Huaraz del riesgo inminente de inundación y desbordamiento del lago Palcacocha. Esa cantidad se ha estimado en unos 17.000 euros.
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«Lo que pido es que la empresa se haga cargo de parte de los costes de construcción, como un dique en este caso», dijo a los periodistas en Lima el miércoles antes de partir hacia Alemania.
En 2015, Lliuya presentó una demanda contra la empresa que luego fue desestimada por un tribunal de Essen. En 2017, un tribunal superior de Hamm admitió una apelación.
Tras los retrasos inducidos por la pandemia, ahora se están celebrando las audiencias iniciales.
El caso es innovador en todos los sentidos.
Perú gobierno
RWE insiste en que siempre ha cumplido con las directrices del gobierno sobre emisiones de gases de efecto invernadero y aspira a ser carbono neutral para 2040. Sin embargo, su contribución histórica al calentamiento del planeta la ha puesto en la mira, planteando preguntas sobre la responsabilidad corporativa por el cambio climático y las responsabilidades legales transfronterizas.
“Nunca antes un caso de justicia climática había llegado a una etapa probatoria”, dijo en Lima Andrea Tang, abogada de Germanwatch, la ONG ambientalista que apoya a Lliuya.
Agregó que el caso “sentaría un gran precedente para el futuro de la justicia climática”.
Antes de que el caso llegara a esta etapa, ya había atraído la atención mundial.
Por un lado, Lliuya nunca había salido de Perú antes de decidir llevar a RWE a los tribunales. Sus esfuerzos también llevaron a expertos europeos a Perú.
Si bien Lliuya ganó la batalla legal para que su caso sea juzgado, aún está por verse si esa visita también convenció a los jueces de su lado del argumento científico.