Perú pidió apoyo a gobierno de México, dice presidente López Obrador. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el lunes que el presidente peruano Pedro Castillo, había pedido apoyo al gobierno de México.
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En su conferencia de prensa matutina habitual, el presidente de México, López Obrador, reveló que el ministro de Hacienda de México, Rogelio Ramírez de la O, viajó a Perú «para apoyar en todo lo que podamos al gobierno de Perú, que atraviesa una situación difícil».
A menos de cinco meses de asumir el cargo, el mandatario peruano enfrentó la semana pasada la amenaza de un juicio político en el Congreso, cuyos impulsores no lograron los apoyos necesarios para ponerlo en marcha.
El muerto y el degollado
Desde la mañana siguiente en que López Obrador ganó la elección el 2 de julio de 2018, las inversiones privadas comenzaron a caer, y hasta agosto pasado, sumaba una caída de 18 por ciento. El tipo de cambio, que tanto presumía como logro de su política, se ajustó en el periodo de transición, y entre la elección y su toma de posesión perdió 44 centavos.
Según el mandatario, en estos tres años todo lo ha hecho bien, tiene buena intención o, modestamente, es algo histórico. ¿Y lo que ha salido mal? ¡Ah, pues es culpa del neoliberalismo! En general, su discurso estuvo tan relamido como su peinado: el recuento ya conocido y sobado de sus temas recurrentes. Pues su gobierno lo único que da son palabras.
Hay cosas que no oculta y las presume. La más relevante, la estricta disciplina fiscal que mantiene la estabilidad macroeconómica con el objetivo de tener un desarrollo económico sostenido. En efecto, mantuvo la estabilidad macroeconómica y evitó endeudar al país, pero el crecimiento es negativo. O sea, su política fiscal de derecha fracasó.
López Obrador dice trabajar por y para el pueblo, porque “por el bien de todos, primero los pobres”. Sin embargo, los más sacrificados en la primera mitad del sexenio fueron ellos. Entre 2018 y 2021, de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el número de mexicanos en situación de pobreza subió de 51.9 millones en el último año de Enrique Peña Nieto, a 55.7 millones.
Sus programas sociales, evidentemente, no tuvieron el efecto esperado. Se puede argumentar que se debió a que cambió la política social que focalizaba las transferencias de recursos, para hacerlas universales. El resultado es una tragedia para los pobres.