Perú, megapuerto remodela tráfico marítimo en el Pacífico. El megapuerto de Chancay construyendose en el Perú apunta a remodelar el tráfico marítimo de la región y en tráfico del Oceáno Pacífico.
Perú megapuerto Pacífico
El alguna vez tranquilo pueblo pesquero de Chancay en Perú, a 80 kilómetros al norte de Lima, solía ser más conocido como una escapada de fin de semana para los residentes de la capital.
Pero hoy, la playa es un sitio de construcción en expansión, con grúas moviendo pilares mientras los camiones volquete retumban debajo en vistas a levantar un megapuerto.
La ciudad está a punto de convertirse en sede de uno de los puertos de aguas profundas más grandes de América Latina. La construcción y operación serán realizadas íntegramente por empresas privadas, algo que, según los funcionarios, podría ser un modelo para otras obras de infraestructura en Perú.
El proyecto es tan grande que tiene el potencial de alterar el tráfico marítimo a lo largo de la costa del Pacífico de América del Sur, desplazándolo de Chile, Ecuador y Colombia. En su fase inicial, se espera que el puerto maneje 1 millón de contenedores y 6 millones de toneladas de carga suelta al año.
Cosco Shipping, una empresa de transporte y logística respaldada por el estado chino, tiene una participación del 60 por ciento en el puerto, y el resto está en manos de Volcan, una empresa minera peruana. De los 3.600 millones de dólares que costó la construcción, ya se han invertido 1.300 millones de dólares en la fase inicial, según Cosco.
“La intención del puerto es acercar a los países sudamericanos hacia el Perú como un punto focal [para el comercio con Asia], aprovechando nuestra ubicación estratégica”, dice Gonzálo Ríos Polastri, subgerente general de Cosco Shipping Ports Chancay Perú y ex almirante. «Será un motor para el desarrollo de varias industrias».
Buques cargas
El puerto se ubicará en un terreno de 280 hectáreas. Solo los rompeolas utilizaron suficiente concreto para construir 20 edificios de 10 pisos y protegerán 1,5 kilómetros de espacio portuario, capaz de atracar algunos de los buques de carga más grandes del mundo.
Un túnel de 1,8 kilómetros excavado debajo de Chancay (en algunos puntos de 900 metros de profundidad) conectará el muelle con un centro logístico y la carretera panamericana sin interrumpir el tráfico en la ciudad.
La carga podrá llegar a China desde Perú en 10 días, en lugar de los 45 actuales. Y también se espera que Brasil se beneficie del puerto, que proporcionará un acceso más rápido a los mercados asiáticos para las exportaciones del país. Brasil y Perú están conectados por la Carretera Interoceánica Sur, que pasa por los centros agrícolas brasileños de Acre y Rondônia.
“Hay toda una parte de Brasil que mira mucho más al Pacífico que al Atlántico”, dice Ríos Polastri. “Chancay tiene muchas ventajas dentro del Perú, y una es que es el puerto más cercano a Brasil. Ese es otro incentivo para el comercio”.
Inauguración
La inauguración del megapuerto está prevista para finales del próximo año, cuando el presidente chino, Xi Jinping, asista a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (Apec), de la que Perú es anfitrión. Cosco dice que el puerto eventualmente se ampliará. “El plan maestro es tener 15 muelles, aunque no hay un cronograma porque necesitamos ver cómo funciona el puerto en los primeros años”, explica Ríos Polastri.
Pero, a pesar de las ventajas comerciales que los funcionarios dicen que el puerto traerá para Perú, algunos observadores –incluidos funcionarios estadounidenses– han expresado preocupación de que pueda aumentar la influencia china en la infraestructura del país.
Mario de las Casas, gerente de asuntos públicos de Cosco Shipping Ports Chancay Perú, dice que la ley peruana prohíbe el uso del puerto con fines militares sin la aprobación previa del poder ejecutivo o del Congreso. «Sin esta aprobación previa, cualquier entrada de este tipo equivaldría a una invasión independientemente de la propiedad de la terminal», señala.