Perú, los glaciares siguen desapareciendo. Los glaciares en Perú siguen desapareciendo en una situación alarmante. Pero, ¿cuáles son las consecuencias directas para nosotros?
Perú glaciares
En los Andes, el calentamiento global también tiene consecuencias directas sobre los glaciares en Perú, donde su superficie se ha reducido alrededor de un 53% en 54 años
Si bien la desaparición de un glaciar evoca un desastre por venir, el derretimiento del hielo hoy tiene consecuencias directas sobre la regulación de nuestro ecosistema y la calidad del agua que consumimos.
La vida en Perú está íntimamente ligada a los glaciares. El setenta por ciento de los glaciares tropicales (ubicados en regiones cálidas de la Tierra) de todo el planeta se encuentran en Perú, lo que lo convierte en uno de los nueve países megadiversos de América Latina. Además, miles de peruanos dependen del agua de estas estructuras ya que alimentan ríos en zonas desérticas, incluida la de Lima.
Pero esta fuerte dependencia de los glaciares también significa una alta vulnerabilidad al cambio climático. Según datos del Instituto Nacional de Investigación de Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM), en Perú las altas temperaturas de los últimos años han provocado la desaparición de más de la mitad de la superficie de glaciares que tenía el país hace unos 50 años.
“Observamos que la superficie de los glaciares del Perú ha disminuido alrededor de un 53% en el espacio de 54 años. Solo en la Cordillera Blanca se ha contraído un 38% en el mismo período”, explica Jesús Gómez, director de investigación de glaciares del INAIGEM.
Medio Ambiente
Y de los datos del Ministerio de Medio Ambiente se desprende que esta tendencia se agudizará. Muestra que nueve glaciares del país desaparecerán en los próximos 20 años debido al aumento de las temperaturas. Según datos del INAIGEM, el glaciar Quelccaya, ubicado en la Cordillera de Vilcanota, es un ejemplo concreto, cuya superficie de hielo disminuyó un 46% entre 1976 y 2020, lo que le hizo perder su lugar como el glaciar tropical más grande del mundo.
Los glaciares de Perú son una ilustración perfecta de que el cambio climático no es un problema del futuro. “El cambio climático ya está aquí, pero muchas personas lo ven como un fenómeno del mañana, sobre todo si no viven en las montañas o en los glaciares, porque es un fenómeno muy difícil de observar”, dice Jahir Anicama, investigador del Centro Latinoamericano de Excelencia en Cambio Climático y Salud. (Climate Center).
Cordillera Blanca
Perú alberga la Cordillera Blanca (la cordillera tropical más grande y alta del mundo), que abastece de agua a los departamentos de Ancash y La Libertad, y que ha perdido cada año casi 5 km2 de su superficie glaciar, según el Inventario Nacional de Glaciares.
Asimismo, la Cordillera de Huayhuash ha perdido casi el 34% de su hielo en 54 años, la de Raura casi el 54%, la de Huagoruncho el 68%, la Cordillera Central casi el 64%, etc.
El especialista Jesús Gómez, del INAIGEM, explica que una forma de estudiar la vulnerabilidad de los glaciares ante el cambio climático consiste en realizar un balance de masas a partir de dos valores que son la acumulación y la ablación: “Para nosotros acumulación significa la forma en que un glaciar se alimenta por precipitación de nieve o granizo, y hablamos de una zona de ablación cuando el glaciar comienza a perder masa. »
Así, para saber si un glaciar está perdiendo masa (hielo), se debe comparar la cantidad de agua que ingresa al glaciar con la que pierde en un determinado período de tiempo, en este caso por la evaporación y el deshielo. La línea que separa la zona de acumulación de la zona de ablación se llama precisamente línea de equilibrio cuando el INAIGEM pudo estudiar el estado de los glaciares a lo largo de los años.