Perú, Iglesia condena «amnistía» por crímenes de lesa humanidad. Iglesia en Perú deplora “amnistía” por crímenes de lesa humanidad, al contrario del Parlamento que promulgó ley que los prescribe.
Perú Iglesia amnistía
La Iglesia en Perú deplora una “amnistía” por crímenes de lesa humanidad muy al contrario del Parlamento que promulgó una ley que prescribe esos crímenes cometidos antes de 2002. Los obispos del país lamentan esta medida, cuyo verdadero objetivo sería proteger a los líderes políticos acusados de haber ordenado abusos durante la guerra civil.
El texto adoptado por el legislativo peruano pone fin a cientos de investigaciones en curso sobre presuntos crímenes cometidos durante el conflicto civil, que dejó unos 69.000 muertos y 21.000 desaparecidos entre 1980 y 2000.
Según la nueva ley, «nadie podrá ser procesado, condenado o castigado por crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra por actos cometidos antes del 1 de julio de 2002», fecha de entrada en vigor en el Perú del Estatuto de Roma, tratado fundador de la Corte Penal Internacional que estipula que los delitos más graves son imprescriptibles.
Protección Alberto Fujimori
La guerra civil de Perú estuvo marcada por violentos enfrentamientos entre el gobierno peruano y varios grupos insurgentes de extrema izquierda, principalmente Sendero Luminoso (Sendero Luminoso) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
Alberto Fujimori, elegido presidente en 1990, lanzó una severa campaña contra la insurgencia, que incluyó el establecimiento de escuadrones de la muerte. Durante los 20 años de conflicto, ambas partes cometieron violaciones masivas de derechos humanos, incluidas masacres, desapariciones forzadas y torturas.
“La nueva ley causa daños irreparables a las víctimas de la violencia”, afirmó la Conferencia Episcopal Peruana
Por tanto, la nueva ley debería beneficiar a Alberto Fujimori. El expresidente, que ahora tiene 86 años, fue condenado en 2009 a 25 años de prisión por haber ordenado dos masacres perpetradas en 1991 y 1992 por escuadrones de la muerte.
Fue puesto en libertad en diciembre de 2023 por el Tribunal Constitucional por motivos de salud.
Sin embargo, sigue abierto un proceso contra él por el asesinato, en 1992, a manos del ejército, de seis campesinos sospechosos de tener vínculos con la guerrilla maoísta Sendero Luminoso.
La nueva ley de “amnistía”, que entró en vigor el 10 de agosto de 2024, fue promulgada por un parlamento dominado mayoritariamente por partidos de derecha bajo el liderazgo de la formación Fuerza Popular, encabezada por Keiko Fujimori, la hija del expresidente.
Esta última siempre ha hecho campaña por el reconocimiento del legado de su padre y su rehabilitación pública.
Iglesia peruana
Figuras de la Iglesia en Perú llevan mucho tiempo protestando contra la impunidad de la que disfrutan los líderes políticos acusados de crímenes de lesa humanidad, en particular Alberto Fujimori.
Tras la nueva ley, el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal lamentó públicamente que “se sacrificara el respeto a la vida y la defensa de la justicia”.
Los obispos exigen que se establezca una justicia real.
La nueva ley causa “daños irreparables a las víctimas de la violencia, a las familias afectadas y a todos aquellos que esperan que nuestras autoridades trabajen por el bien común, en particular por los más vulnerables, en un Estado de derecho”, añaden los prelados.
Para la Iglesia peruana, el país no puede contradecir ni desviarse de los tratados internacionales de derechos humanos que ha firmado y ratificado.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, también expresó su profundo pesar por la nueva legislación, deplorando que Perú contravenga las obligaciones del país según el derecho internacional y «constituya un hecho preocupante en el contexto de una disminución más amplia de los derechos humanos y el estado de derecho”.