Perú, el fracaso de la llamada «toma de Lima». Toma de Lima en Perú resultó un fracaso, aunque miles de campesinos que llegaron desde el sur tuvieron un gran primer día.
Perú fracaso toma de Lima
En Perú la tan mentada toma de Lima fue un fracaso.. Los miles de campesinos indígenas que llegaron desde el sur para manifestarse en la capital peruana tuvieron un gran primer día. Se habló y se escuchó a pesar de que los principales medios de comunicación se centraron en las peleas y el vandalismo en lugar del mensaje.
Pero la gente de Lima no los siguió. Los estudiantes tampoco, aunque los acogieran. No es un fracaso, pero casi.
La presidenta Dina Boluarte no se ha movido ni un ápice de su cargo y no ha dimitido. Los manifestantes no tenían líderes para iniciar el diálogo ofrecido, por lo que las caravanas retrocedieron.
Los manifestantes regresaron a Arequipa, Puno y Cusco. Deberán lidiar con los desastres provocados en el sector del turismo. El turismo, vital para Cusco y que representa el 5% del PBI de Perú, está destrozado y en ruinas a causa de los daños que seguramente continuarán con sus efectos negativos.
Cusco está vacío y Machu Picchu está cerrado indefinidamente. No hay más trabajo. Muchos culpan a los manifestantes por sus desgracias, pero muchos están dolidos y comprensivos. Las manifestaciones dejaron 46 muertos, en la región, no en Lima.
“No son terroristas, son campesinos. Yo también trabajo en turismo. Me conmueve terriblemente, pero me conmueve más la muerte de campesinos», dice Nataly García, guía turística.
Dinero
La ciudad está bloqueada. Pero hay que decir que el dinero del turismo se va a Lima y aquí no vuelve nada, explica Alex Sayre, chofer que trabaja en la industria turística.
Lo mismo ocurre con los recursos naturales como el cobre, otros minerales y el gas natural. El de Cusco va a Lima por gasoducto, mientras que los cusqueños tienen que comprarlo en cilindros, a varias veces el precio dependiendo del lugar.
Lo que desde hace mucho tiempo lamentan los campesinos quechuas del Cusco es la falta de servicios: agua, gas, caminos y sobre todo escuelas.
Y no tienen representante en el Congreso. A falta de una toma de Lima, el apretón sobre Lima es cada vez más ostensible.