Perú, Comunidad Mariana acata al Vaticano en su fin
Perú, Comunidad Mariana acata al Vaticano en su fin. Comunidad Mariana de la Reconciliación con sede en Perú anuncio que acatará la decisión del Vaticano para poner fin a la orden religiosa.
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Tras el anuncio informal de su supresión a principios de este año por parte de un enviado del Vaticano, la Comunidad Mariana de la Reconciliación con sede en Perú ha declarado que el proceso se ha formalizado y que ha comenzado un período de liquidación.
En un comunicado del 2 de abril, la Comunidad Mariana de la Reconciliación (CMR) anunció que, un día antes, el 1 de abril, el español monseñor Jordi Bertomeu, funcionario del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) del Vaticano y comisionado papal para la liquidación de la CMR, había emitido un decreto de supresión del grupo.
Se firmó junto con la Superiora General del MCR, Luciane Vieira Urban, quien estuvo acompañada por la tesorera del grupo, Florencia Silva Cabrera.
El decreto que suprime el grupo había sido firmado previamente el 14 de febrero por la hermana italiana Simona Brambilla, Prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y aprobado in forma specifica por el Papa Francisco ese mismo día.
Este es el primero de cuatro decretos de este tipo que finalmente serán oficializados y publicados, suprimiendo las cuatro ramas del Sodalitium Christiane Vitae (SCV), una Sociedad de Vida Apostólica con sede en Perú que se ha visto envuelta en escándalos durante la última década.
Abusos religiosos
“La supresión de la Compañía, junto con los otros tres institutos fundados por el laico Luis Fernando Figari Rodrigo, se debe a la falta de carisma divino en el fundador, así como a los abusos y la conducta inapropiada y abusiva de Figari y muchos de sus colaboradores”, declaró el MCR en su comunicado del miércoles.
Se realizaron esfuerzos de reforma dentro de cada una de las comunidades, y esto “se tuvo en cuenta en el acto de supresión”, indicó el MCR, señalando que, a pesar de su propio proceso de renovación, en curso desde 2011, como institución “no han sido inmunes al abuso psicológico y de conciencia en su seno”.
Fundada en 1991 por el laico peruano Luis Fernando Figari, la Fraternidad Mariana de la Reconciliación (FMR) se considera parte de la familia espiritual sodálite más amplia, compuesta por el SCV, el Movimiento de Vida Cristiana (MVC) y una comunidad de monjas llamadas Siervas del Plan de Dios (SPD).
Durante más de una década, el SCV se ha visto envuelto en escándalos que rodean a Figari y otros miembros de alto rango, 14 de los cuales fueron expulsados del grupo el otoño pasado, antes de que se tomara la decisión de suprimirlo.
Unos 30 exmiembros de la MCR relataron experiencias similares de abuso y maltrato en su institución, así como abusos que afirmaron haber sufrido por parte de miembros del SCV, incluyendo el abuso sexual de al menos cinco mujeres en la MCR.
El MCR recibió su aprobación canónica formal en 2011, el mismo año en que denunciaron el abuso sexual de sus miembros por parte de hombres pertenecientes al SCV, y después de que muchos ya comenzaban a cuestionar sus métodos y su cultura interna, llegando a creer que pertenecían a una secta.
En un comunicado previo del 4 de febrero, el MCR expresó su compasión y solidaridad con el dolor de todos aquellos que han sido afectados a lo largo de los años por el sistema sectario y las prácticas abusivas que se han generado en nuestra comunidad.
“Ofrecemos nuestra disposición a cooperar con el proceso de reparación y justicia para todas las víctimas, según lo indicado, y nos comprometemos a recordar a cada una de ellas en nuestras oraciones diarias”, dijeron.
Iglesia peruana
La MCR afirmó que, a pesar del dolor causado por la decisión de suprimir su comunidad, las mujeres pertenecientes al grupo “la han aceptado con docilidad y obediencia filial, y han expresado su disponibilidad y colaboración durante todo el proceso de supresión y liquidación de bienes”.
Dijeron que se celebraron dos reuniones con Bertomeu en febrero, y que durante esas conversaciones les aseguró que las mujeres pertenecientes a la MCR pueden continuar su vida consagrada si lo desean “de las diversas maneras previstas por el derecho canónico, ya sea individualmente o en asociación”.
En una carta dirigida a cada una de las miembros, Bertomeu insistió en que “la Iglesia valora infinitamente la consagración de cada una de ustedes y desea que la protejan de la mejor manera posible”.
Bertomeu, dijeron, también les dijo que “la Santa Sede, a través de mi servicio, estrechamente vinculado a su aceptación, está dispuesta a ayudarlas y acompañarlas para que inicien en cada una de ustedes una nueva experiencia que recoja todo el bien que ha llegado en estos años, purificándolas y motivándolas”.