Perú, cinco hombres sentenciados por asesinatos en Amazonía. Tribunal de Perú impuso sentencias de casi tres décadas a cinco hombres por asesinatos de cuatro defensores de tierras indígenas en Amazonía.
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Un tribunal de Perú impuso sentencias de casi tres décadas a cinco hombres que estaban siendo juzgados por los asesinatos de cuatro defensores de las tierras indígenas de la Amazonía que habían cruzado espadas con madereros ilegales.
Los cuatro líderes del pueblo Asháninka, un grupo de una zona remota a lo largo de la frontera entre Brasil y Perú, fueron asesinados frente a miembros de su comunidad el 1 de septiembre de 2014.
Edwin Chota, Jorge Ríos, Leoncio Quintísima y Francisco Pinedo fueron «asesinados por presuntos madereros ilegales por defender sus tierras», dijo en ese momento la principal organización indígena de Perú, AIDESEP.
Al menos uno de ellos, el conocido activista ambiental Chota, había recibido amenazas por enfrentarse a los intrusos.
El jueves, la jueza Karina Bedoya condenó a los hermanos Josimar y Segundo Atachi, así como a José Carlos Estrada, Hugo Soria y Eurico Mapes a penas de prisión de 28 años y tres meses cada uno como «coautores de homicidio agravado».
Los fiscales habían pedido penas de prisión de 35 años.
Los cinco ya fueron declarados culpables del crimen el pasado mes de febrero, y fueron condenados a 28 años de prisión cada uno.
Pero un tribunal de apelaciones desestimó ese fallo y ordenó un nuevo juicio por «irregularidades» en el testimonio de un testigo.
El nuevo juicio comenzó en noviembre pasado.
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Familiares de las víctimas asistieron al fallo del jueves en un tribunal de la nororiental ciudad de Pucallpa luego de participar en una vigilia comunitaria.
También estuvieron presentes el Ministro de Justicia del Perú, Eduardo Arana, y representantes diplomáticos de Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas.
«Estoy feliz con la sentencia», dijo Lita Rojas, de 47 años, viuda de Leoncio Quintísima, después del fallo, mientras miembros de la comunidad indígena celebraban afuera del tribunal.
Rojas y otros habían viajado durante dos días por río y carretera desde su remota comunidad de Alto Tamaya-Saweto, cerca de la frontera con Brasil.
«¡Se hizo justicia! No más impunidad para los asesinos de defensores del medio ambiente», afirmó la ONG ecologista DAR en la red social X.
Los asesinatos habían desatado una ola de críticas contra las autoridades peruanas, acusadas de no hacer lo suficiente para proteger a los líderes indígenas y a los activistas contra la deforestación.
Según la ONG Global Witness, al menos 54 defensores de la tierra y el medio ambiente han sido asesinados en Perú desde 2012, de los cuales más de la mitad pertenecían a grupos indígenas.
Las familias de los cuatro esperan que el fallo sirva como precedente para proteger a otros líderes indígenas y defensores del medio ambiente.
Las cuatro familias han solicitado una indemnización de unos 66.000 dólares por cada condena.