Perú, celebraciones de Navidad alternativas

Perú, celebraciones de Navidad alternativas. Algunas de estas celebraciones de Navidad en el Perú han sido declaradas Patrimonio Nacional entre muchas alternativas populares.

Algunas de estas celebraciones de Navidad en el Perú han sido declaradas Patrimonio Nacional entre muchas alternativas populares.

Perú Navidad alternativas

Cómo distintos pueblos del Perú celebran la Navidad en formas alternativas con algunas de estas celebraciones declaradas Patrimonio Nacional. La celebración navideña más larga del mundo se lleva a cabo en Huánuco, Perú, del 24 de diciembre al 19 de enero.

La Navidad en Perú es una de las festividades más esperadas del año, mostrando una notable mezcla de sincretismo religioso y fusión cultural. Diferentes pueblos de cada región del Perú celebran el nacimiento de Jesucristo con danzas y música vibrantes y coloridas que reflejan sus distintas identidades.

En el mundo andino, esta celebración se alinea con el Qapaq Raymi (Fiesta Real en lengua quechua), una festividad prehispánica profundamente arraigada en la época del Imperio Inca.

La festividad se celebra durante el solsticio de verano austral para honrar al dios Sol, marcando el inicio de una nueva estación y un nuevo ciclo del año. Mientras tanto, en la Amazonía, la Navidad brinda una oportunidad única para resaltar el rico patrimonio cultural de sus comunidades indígenas.

A continuación, presentamos algunas de las celebraciones navideñas regionales más representativas del Perú, muchas de las cuales han merecido la designación de Patrimonio Cultural de la Nación.

Navidad en Acobamba

Declarada Patrimonio Cultural de la Nación en mayo de 2015, la celebración navideña en Acobamba, una de las siete provincias de la región Apurímac, se lleva a cabo entre el 22 y el 29 de diciembre. Las festividades giran en torno a dos barrios emblemáticos: Santos, ubicado en el noroeste de la ciudad cerca de la Iglesia San Juan Bautista en la Plaza Sucre, y Ccollo o Pueblo Viejo, ubicado al sureste en las proximidades de la iglesia colonial de la Plaza José Olaya.

Estos barrios compiten para ver cuál puede organizar la celebración más notable. Los mayordomos y simpatizantes de cada barrio lideran la fiesta y rinden culto a sus respectivas imágenes del Niño Jesús.

El evento también recupera episodios de la tradición oral local, en particular los relacionados con el arrieraje (una práctica histórica de transportar mercancías a lomo de mula). Esta actividad, vital para la economía de la región, conectaba a los pueblos costeros y andinos a través de rutas comerciales.

La celebración navideña de Acobamba muestra una danza icónica inspirada en los arrieros con personajes como el caporal, el retaguardia, el negrito, el chuti, el latamacho y el quitacaporal, cada uno con una coreografía única que refleja sus roles específicos dentro de las tradiciones de la comunidad.

Navidad en Chincha y Huaral

Las celebraciones navideñas en la costa central del Perú, principalmente en las provincias de Chincha y Huaral, ubicadas al sur y norte de Lima respectivamente, giran en torno al Hatajo de Negritos y Las Pallitas, expresiones musicales y dancísticas que se caracterizan por la presencia de diversas danzas basadas en el zapateo, el canto y la participación de instrumentos de cuerda como el violín y la guitarra.

El Hatajo de Negritos, tradicionalmente interpretado por hombres y más recientemente por mujeres, y las Pallitas, interpretadas exclusivamente por mujeres, se bailan juntos como parte de las celebraciones navideñas. Ambas expresiones están particularmente asociadas a la identidad de las poblaciones rurales afroperuanas y mestizas de la costa centro sur del Perú.

En la actualidad, el Hatajo de Negritos y Las Pallitas involucran canto, música y danza interpretados principalmente por niños y son más destacados en la provincia de Chincha, región Ica. Estas danzas se realizan durante las celebraciones navideñas, comenzando el 24 de diciembre (para celebrar el nacimiento de Jesús) y terminando el 6 de enero (Epifanía).

La danza Hatajo de Negritos es liderada por un caporal, quien dirige al grupo y alegremente conduce la procesión por calles y caseríos. Un miembro del grupo es el encargado de “bautizar” con agua bendita a los nuevos participantes. Todos vestidos de blanco para representar a los esclavos y primeros colonos afrodescendientes, realizan un rítmico “zapateo” mientras recitan versos y portan campanillas adornadas con cintas.

Durante las festividades, los hombres visten fajas coloridas y portan cascabeles y látigos vibrantes con sonajas. Mientras tanto, las Pallitas —término quechua que se refiere a las doncellas o pastoras— portan bastones conocidos como “azucenas” y alternan su recorrido con zapateos y villancicos. Usan vestidos de colores claros, velos de tul y bastones multicolores.

En la actualidad, la danza también se realiza en Huaral y varios distritos de Lima con grupos que usan trajes coloridos, bandas de seda decoradas con lentejuelas y turbantes o sombreros de plumas. El único instrumento que acompaña al conjunto de los hombres es el violín, mientras que las mujeres se acompañan de la guitarra, transmitiendo alegría y ternura mientras bailan.

Navidad en Huayán

En el pueblo de Huayán, ubicado en la provincia ancasheña de Huarmey, se celebra la Navidad con la danza de los Negritos de Huayán, tradición ancestral reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación el 27 de febrero de 2009. Esta expresión cultural es una alegoría de las poblaciones de origen africano que habitaron la zona durante la época colonial.

Los Negritos son los personajes centrales, portadores de la buena noticia que significa la llegada del Niño Jesús. El ambiente festivo se vive en la plaza principal y las calles del pueblo, engalanadas con hermosos adornos para dar la bienvenida a los participantes organizados en vibrantes comparsas.

Recommended For You