Perú, autopsias muestran disparos en 30 personas muertas

Perú, autopsias muestran disparos en 30 personas muertas. Autopsias recientes muestran que 30 personas murieron por disparos en protestas en Perú, lo que confirma la acción criminal de la represión.

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Autopsia tras autopsia en Perú sobre los cuerpos de manifestantes en protestas antigubernamentales en Perú comparten la misma causa de muerte: “proyectil de arma de fuego”. Es decir, murieron a causa de los disparos de las fuerzas de seguridad.

Chistian Armando Mamani, un músico de 22 años, caminaba por la protesta en una ciudad del sur cuando una bala le entró por el lado izquierdo del torso y le atravesó ambos pulmones.

El mismo día de enero, Roger Rolando Cayo, un manifestante de 25 años, murió cuando un disparo le atravesó el ojo y le destrozó el cerebro.

Los grupos de derechos humanos, incluidas las Naciones Unidas, han pedido al gobierno peruano que investigue las denuncias de uso excesivo de la fuerza por parte de policías y soldados durante las recientes protestas que han dejado 49 civiles muertos, y las autopsias proporcionan algunas pruebas del presunto uso de munición letal.

Treinta de los 32 informes forenses obtenidos por The Associated Press enumeran los disparos como la causa de la muerte. Algunos de los informes detallan calibres de bala similares a los utilizados por las fuerzas de seguridad en Perú, lo que los expertos creen que indica que policías y soldados violaron sus propios manuales de operaciones que prohíben disparar directamente a los manifestantes a menos que exista un riesgo grave para sus vidas.

Crisis política

Los hallazgos surgen mientras Perú lucha por recuperarse de la crisis política que azotó al país a fines del año pasado. En diciembre, el entonces presidente Pedro Castillo, que enfrentaba varias investigaciones por corrupción, intentó disolver el Congreso pero, en cambio, fue sometido a juicio político, arrestado y reemplazado por el vicepresidente.

Las manifestaciones se extendieron hasta febrero, principalmente en el sur de Perú, donde el exlíder ha tenido más apoyo, desencadenando la peor violencia política que ha visto el país en más de dos décadas.

En la ciudad sureña de Juliaca, los manifestantes se enfrentaron con la policía afuera del aeropuerto el 9 de enero en lo que sería la manifestación más mortífera. Las autopsias confirmaron que 18 personas murieron por disparos ese día. Entre los muertos se encontraban un estudiante de 16 años al que le perforaron el pulmón izquierdo un proyectil de 7,62 mm que se alojó en su abdomen y un universitario de 17 años que falleció por un impacto de bala de 9 mm.

AP obtuvo una copia de un documento de la oficina del fiscal federal que enumera las armas utilizadas por la policía en Juliaca en diciembre, incluidos rifles de asalto AKM de 7,62 mm y pistolas Beretta y Sauer de 9 mm.

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