Pedro Castillo, su primer discurso como presidente electo del Perú. El maestro rural convertido en político Pedro Castillo finalmente se convirtió el lunes en el ganador de las elecciones presidenciales de Perú.
Castillo presidente electo Perú
Castillo, cuyos partidarios incluían a ciudadanos pobres y rurales de Perú, derrotó a la política de derecha Keiko Fujimori por solo 44.000 votos. Las autoridades electorales dieron a conocer los resultados oficiales finales más de un mes después de que se llevara a cabo la segunda vuelta en la nación sudamericana.
Con un lápiz del tamaño de un bastón, símbolo de su partido Perú Libre, Castillo popularizó la frase «No más pobres en un país rico». La economía de Perú, el segundo mayor productor de cobre del mundo, ha sido aplastada por la pandemia de coronavirus, aumentando el nivel de pobreza a casi un tercio de la población y eliminando las ganancias de una década.
Las deficiencias de los servicios de salud pública de Perú han contribuido a los malos resultados pandémicos del país, dejándolo con la tasa de mortalidad per cápita más alta del mundo. Castillo ha prometido utilizar los ingresos del sector minero para mejorar los servicios públicos, incluida la educación y la salud, cuyas deficiencias fueron destacadas por la pandemia.
“Los que no tienen automóvil deben tener al menos una bicicleta”, dijo Castillo, de 51 años, a The Associated Press a mediados de abril en su casa de adobe en Anguía, el tercer distrito más pobre de Perú.
Desde que sorprendió a peruanos y observadores al avanzar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, Castillo ha suavizado sus primeras propuestas sobre la nacionalización de empresas multinacionales de minería y gas natural. En cambio, su campaña ha dicho que está considerando aumentar los impuestos sobre las ganancias debido a los altos precios del cobre, que superan los $ 10,000 por tonelada.
Los historiadores dicen que es el primer campesino en llegar a la presidencia de Perú, donde hasta ahora, los pueblos indígenas casi siempre han recibido lo peor de los servicios públicos deficientes a pesar de que la nación se jactaba de ser la estrella económica de América Latina en las dos primeras décadas del siglo.
“No hay casos de persona ajena a las élites profesionales, militares o económicas que llegue a la presidencia”, dijo a una emisora de radio Cecilia Méndez, historiadora peruana y profesora de la Universidad de California-Santa Bárbara.