PCC, el cartel de droga menos conocido de Latinoamérica. En los últimos 30 años el cartel de drogas brasileño PCC opera principalmente tras las rejas y se ha convertido en una enorme organización criminal.
PCC droga Latinoamérica
Primeiro Comando da Capital (PCC) es la “banda carcelaria más poderosa del mundo”, según receinte informe, del que fue coautor el Centro de Estudios Latinoamericanos y Latinos de American University.
El grupo, fundado en 1993 por un puñado de reclusos brasileños como protesta contra las condiciones carcelarias, ahora cuenta con unos 30.000 miembros. Domina los mercados criminales en seis estados brasileños con una población combinada de más de 76 millones, y gran parte del crecimiento se produjo desde 2015.
«El PCC es ahora el TCO dominante en los mercados criminales del sureste y oeste de Brasil», escriben los autores Matthew Taylor, profesor asociado de la Escuela de Servicio Internacional de la American University, y Steven Dudley, codirector de InSight Crime, un grupo de expertos y grupo de análisis especializado en América Latina.
“Tiene control sobre las rutas de tráfico más importantes hacia el sur; y tiene acceso privilegiado a los aeropuertos y puertos más grandes de Brasil”.
Esta rápida expansión ha alarmado a defensores y expertos, quienes afirman que sus operaciones «innovadoras» basadas en las cárceles representan un desafío especial para las autoridades que intentan controlar su influencia en el hemisferio y más allá.
“El modelo innovador de PCC está siendo emulado cada vez más por sus rivales, lo que sugiere que incluso en el improbable caso de que el PCC se extinguiera por completo, se ha establecido un modelo más resistente de organización criminal, lo que representa una amenaza significativa y continua para los esfuerzos de aplicación de la ley en todo América del Sur”, dice el informe.
Según los autores, el poder del PCC proviene de su capacidad para subsidiar una amplia red fuera del sistema penitenciario, incluidas las familias de los miembros presos, mientras que al mismo tiempo inflige un castigo brutal a sus oponentes.