Mujeres del Perú cazaban con hombres hace 9 mil años. Los arqueólogos acaban de descubrir que las mujeres del Perú cazaban junto a los hombres en los Andes hace 9 mil años.
Mujeres Perú cazadoras
«Creo que tu ‘él’ es una ella». Así es como Randy Haas, arqueólogo de la Universidad de California en Davis, se dio cuenta de que su descubrimiento en el sur de Perú era de suma importancia.
“Habíamos descubierto cinco tumbas que iban desde hace 7 a 11 mil años, la más interesante de las cuales era la de un joven de 17 a 19 años que había sido enterrado con puntas de lanza, cuchillos y herramientas de bronceado. Lo digo hoy con vergüenza, asumimos que era un hombre. Mi bioarqueólogo me dijo que los huesos son demasiado delgados, que debe ser una mujer. Encontramos un nuevo método de análisis del esmalte dental que confirmó que era un cazador».
Ella es la primera cazadora prehistórica jamás descubierta. El descubrimiento fue descrito en noviembre pasado en la revista Science Advances.
¿No estaban las mujeres en desventaja en la caza debido a la fuerza física de los hombres?
“En ese entonces, a una altitud de 4.000 metros en la meseta andina, había mucha caza y poca gente”, dice Haas. «La caza dependía más de la técnica que de la fuerza física o la resistencia para la caza. De hecho, estamos reevaluando otro de los cinco entierros, que también parece ser el de una cazadora con sus herramientas de trabajo. En este caso, además, la habrían matado, lo que sugiere que las mujeres participaron en las rivalidades.»
Legado igualitario
Una de las implicaciones más intrigantes del descubrimiento del cazador prehistórico andino es que las primeras civilizaciones de la región pueden haber sido más igualitarias que las que existían cuando los europeos llegaron a América.
“Nos permite repensar la división del trabajo en la prehistoria andina”, explica Haas. «Lo pensé un poco. En un sitio cercano, Jiskairumoko, se encontró una tumba con un collar de oro, una de las joyas de oro más antiguas del Nuevo Mundo. Se remontan a hace 4000 años. Y se cree que es una mujer. En otro sitio peruano tenemos dos mujeres, una con una punta de proyectil en cada hombro y la otra con una piedra de moler: una cazadora y una recolectora. Esto parece sugerir que la división sexual del trabajo se debilitó en estos tiempos».