Megapuerto de Chancay, Perú activa zona olvidada. Ciudadanos de Chancay han sufrido cinco años de daños en sus hogares mientras se construye un megapuerto que conecta vía Perú Asia con Sudamérica.
Chancay Megapuerto Perú
La pintura blanca que cubre las paredes de la casa de la familia Mamani Flores se ha desgastado. El moho y las grietas se esparcen por el cemento que sostiene esta casa en Chancay, una pequeña ciudad de la costa peruana, a 80 kilómetros al norte de Lima.
“No construimos una casa para que se cayera de la noche a la mañana, lo hicimos pensando en nuestros hijos, pero esto ya no es habitable”, dice Oscar Mamani, gastado como sus paredes.
Ha habido un asentamiento aquí durante generaciones: los Chancay fueron una antigua civilización precolombina que vivió aquí antes de los Incas. La industria pesquera creció a mediados del siglo pasado, y con el paso de los años, el turismo llenó el espacio en la economía entre la pesca artesanal para consumo local y la producción de harina de pescado.
Hoy, los más de 60.000 ciudadanos que residen aquí están divididos por la construcción de uno de los proyectos más ambiciosos impulsados por el gobierno peruano: el megapuerto de Chancay.
Casas agrietadas
Desde que comenzó el movimiento de maquinaria en los primeros meses de 2020, la residencia de la familia Mamani Flores ha sufrido graves daños, incluida la rotura de una tubería de agua que inundó toda su casa.
Los Mamani viven a solo 100 metros de un muro que los separa del terreno que ocupa Cosco Shipping Ports Chancay Perú, el consorcio a cargo del proyecto. Debajo de esta zona habrá un túnel de 1,8 kilómetros que permitirá la conexión por carretera entre el centro logístico del consorcio y el puerto.
El megapuerto de Chancay, una inversión total estimada de US $ 3 mil millones, apunta a convertirse en un centro para el comercio entre Asia y América del Sur.
Los accionistas del consorcio son la estatal china Cosco Shipping Ports Limited y la peruana Volcan Compañía Minera SA.
Este último tiene un historial de cometer violaciones ambientales en las regiones andinas de Junín y Pasco.
En 2016, la empresa peruana Volcan, a través de su subsidiaria Terminales Portuarios Chancay SA, compró terrenos para el megapuerto de Chancay a través de una empresa offshore, según reveló un informe del medio de investigación Convoca.
En enero de 2019, firmó un acuerdo en el que la empresa china pasa a ser accionista del 60% del consorcio y pasa a denominarse Cosco Shipping Ports Chancay Perú.
«La ubicación del proyecto es el problema. Va a ser una gran inversión, pero ¿cuánto vamos a perder? Quizás en algún momento tengamos que irnos porque no podremos vivir aquí», dice Miriam Arce, presidente de la Asociación en Defensa de la Vivienda y el Medio Ambiente del Puerto de Chancay.
El 22 de diciembre del año pasado, el Senace aprobó la Modificación del Estudio Detallado de Impacto Ambiental (MEIAD), requisito para la construcción del megapuerto, que había sido presentado por sus patrocinadores.
El debate prosigue.