Juan Diego Flórez, peruano brilla con La Bohème en Royal Opera. El tenor peruano Juan Diego Flórez y su coprotagonista Ailyn Pérez siempre aciertan en esta puesta en escena de La Bohème en Royal Opera House.
Juan Diego Flórez Bohème Royal Opera
Así como la multitud se emociona, así el público estalla cuando el tenor peruano Juan Diego Flórez entrega la descarga del punto culminante de la ópera La Bohème, en la puesta de la Royal Opera en Londres.
Lo ha estado haciendo durante años, pero las voces cambian con el tiempo y Flórez ahora tiene casi 50 años. Todavía en su mejor momento vocal, ha comenzado a asumir un repertorio que exige una voz más oscura y pesada, comenzando con el papel de Rodolfo, el tenor “ héroe” en La Bohème de Puccini.
Ahora lo trajo a Londres para esta reposición de la producción de la ópera de Richard Jones en 2017.
Cuando se vio por última vez la puesta en escena, en 2021, las restricciones del Covid redujeron su tamaño en todos los sentidos. No hay tal problema ahora, se ha restaurado todo el ajetreo y el bullicio. En los diseños atractivos, a veces autoritarios, de Stewart Laing, los cantantes, de cara al público, a menudo parecen distanciados unos de otros.
Versión contemporánea
Estamos en una versión del París del siglo XIX que Puccini podría haber reconocido, pero Flórez viste una chaqueta del siglo XX. El desván helado donde cuatro estudiantes varones supuestamente luchan por sobrevivir se asemeja a una conversión de loft inteligente, mientras que el café que visitan en el segundo acto es completamente elegante, todo almidonado.
Sin embargo, el impacto emocional sobrevive, sobre todo en la escena inicial: apenas se ha levantado el telón cuando Puccini lanza a su tenor Rodolfo (Flórez) y su soprano Mimì (Ailyn Pérez) en sus arias de obra maestra. Es un golpe dramático de Puccini o un paso en falso. Flórez se desenvuelve bien, combinando moderación y calidez acariciante, aunque no sea el actor más natural. En otros lugares, cuando se suelta, su voz puede adquirir un tono duro.
En el Mimì de Pérez, tiene el complemento perfecto. Su voz es clara y limpia, llena de sentimiento en todo su rango. Bueno, aunque el resto del elenco canta, son eclipsados, aparte de Musetta, la zorra estereotipada con corazón, interpretada con una mezcla de alegría y empatía por Danielle de Niese. Ella es esa cosa rara, una cantante de ópera que actúa tanto con su rostro como con su voz. Es su caracterización detallada la que enfoca la angustiosa escena final para que lleve todo el peso emocional: mientras Mimì muere, el grito final de Flórez suena atormentado por el dolor por lo que ha perdido.
Esta actuación fue dirigida por Kevin John Edusei, haciendo un impresionante debut en la Royal Opera. Hay 16 funciones más, repartidas entre cuatro elencos y tres directores. La sala de ensayo va a estar bastante concurrida, hasta el 17 de noviembre.