Grupo Lima, ¿la región despide al bloque nacido en Perú? La victoria en Perú del izquierdista Pedro Castillo abre interrogante la cuestión de la desaparición o no del bloque de países del llamado Grupo de Lima.
Grupo Lima bloque
Desde que se conocieron los resultados de las elecciones presidenciales en el Perú, analistas, políticos y estadistas de todo tipo han comenzado a cuestionar y apostar por la supervivencia de la organización Grupo de Lima.
Tan pronto como se anunció la victoria de Castillo, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa usó una sátira virtual y publicó un memorando en Twitter que decía: «Me alegra informar que el Grupo Lima acaba de perder Lima», mientras que unas horas después publicó otro: «Qué maravilla».
Si bien para muchos analistas el futuro del bloque aún es incierto, la publicación del comunicado del ex presidente ecuatoriano ha arrojado dudas sobre el destino final de este consejo político en deterioro desde hace mucho tiempo.
Si bien es cierto que el candidato no se pronunció al respecto, el Comité Ejecutivo Nacional de Perú Libre, partido de Castillo, anunció durante la campaña que si llegaba a la presidencia lo abandonaría y propondría su desactivación.
Preguntado por Prensa Latina, el filósofo y politólogo venezolano Fernando Rivero dijo que América Latina está atravesando importantes cambios geopolíticos que muestran una condena generalizada a las políticas neoliberales, y describió al Grupo como una organización desmembrada cuyo fin es inminente.
Además, destacó que esto permitiría la reactivación de mecanismos de integración como la Unión de Naciones Suramericanas, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y el fortalecimiento de la Alianza Bolivariana para los Pueblos del Tratado de Comercio de nuestra América-Población.
El reconocimiento del ex asesor Juan Guaidó como presidente encargado, su apoyo a la cada vez más desprestigiada extrema derecha de Venezuela y la catástrofe en la gestión del Covid-19 por parte de la mayoría de los países miembros, dejaron la cortina de humo de la organización que, desde su inicio, ha servido como contrapunto ante los desmenanes producidos por la izquierda jurásica que se enciende en América Latina.