George Forsyth, candidato busca salvar a Perú de historia de sobornos. El ex arquero de fútbol profesional George Forsyth apunta a la juventud enojada de Perú para ayudar a su candidatura en las presidenciales.
Perú George Forsyth
George Forsyth, cuya madre es una ex Miss Chile y su padre es el embajador de Perú en Japón, se encuentra entre los favoritos para la votación del 11 de abril, aunque el campo está dividido y muchos votantes están indecisos.
El conservador de 38 años se ha comprometido a mantener la estabilidad macroeconómica, pero también quiere frenar el malestar social en torno a la extracción de recursos mediante la creación de un «fideicomiso minero» para garantizar que las regalías eleven a las comunidades locales.
Las generaciones más jóvenes de Perú han tenido suficiente ciclos de corrupción que han golpeado a los políticos del país.
«Mi juventud es un punto a favor, tengo la energía y el impulso, y represento a una generación harta que ya no cree en los políticos», dijo Forsyth, que a menudo usa jeans y camisetas.
Forsyth jugó para Alianza Lima, el equipo nacional de Perú y como reserva del Borussia Dortmund, en Alemania. Se incorporó a la política en 2010.
La lucha contra la corrupción es uno de sus principales temas. Cinco ex presidentes peruanos han sido investigados o procesados por corrupción en poco más de dos décadas, mientras que otro se suicidó para evitar ser arrestado por investigaciones de lavado de dinero.
El año pasado, el entonces presidente Martín Vizcarra fue destituido de su cargo por el Congreso por acusaciones de corrupción, aún no probadas. Su reemplazo renunció menos de una semana después en medio de protestas airadas y otro líder interino asumió el cargo.
Forsyth, del conservador partido Victoria Nacional, encabezó la carrera presidencial en las encuestas el año pasado, pero en una elección fracturada ahora está compitiendo con candidatos como el legislador populista Yonhy Lescano, quien el martes registró una ventaja en la última encuesta, y el ultraconservador empresario Rafael López Aliaga, visto como la versión peruana del líder brasileño Jair Bolsonaro.
