Gabriel Barreto Bentin, fotógrafo peruano publica libro de Cusco

Gabriel Barreto Bentin, fotógrafo peruano publica libro de Cusco. El fotógrafo peruano radicado en Nueva York, Gabriel Barreto Bentin, presenta el libro «Andinos: Encuentros en Cusco», retrato íntimo de la sociedad andina.

 

Gabriel Barreto Bentin libro Cusco

Al buscar inspiración para su primer fotolibro, el fotógrafo peruano residente en la ciudad de Nueva York, Gabriel Barreto Bentín, tuvo una idea en mente: romper los clichés sobre el pueblo andino.

Viajó a Cusco para retratar la diversidad de la gente local a través de sus rostros y atuendos, independientemente del paisaje.

El resultado es ‘Andinos: Encuentros en Cusco, Perú’, un libro editado por Rizzoli, un retrato intimista de la sociedad andina cusqueña que intenta romper con los clichés que muestran las postales típicas de los Andes.

Postales que muestran imponentes cerros, esplendorosos valles y gentes consideradas exóticas forman parte del paisaje evocado, pero que casi siempre corresponden a una mirada ajena, alejada del contexto real que las rodea.

Esta desconexión fue el punto de partida de Barreto Bentín, proyecto que nació hace más de cinco años cuando el fotógrafo visitó por primera vez la ciudad imperial. Era mayo de 2016 y esa aventura suscitó una serie de interrogantes que poco a poco se trasladaron al campo visual, desde una perspectiva antropológica.

Valle Sagrado

Para Barreto hay una dicotomía en la percepción de los habitantes de esta región. “Por un lado, se los ve de manera romantizada al imaginar que viven como nos cuentan en el curso de Historia del Perú. Por otro lado, se cree que todos los pobladores son pobres y sin educación. Esta dicotomía es negativa en ambos lados porque simplemente no es la realidad», explica.

Barreto viajó a Cusco y al Valle Sagrado para fotografiar a los lugareños contra fondos blancos, centrándose en cómo se visten para diferentes tipos de trabajo y ocasiones. Las imágenes retratan la diversidad de los pueblos andinos a través de sus rostros y vestimentas, independientemente del paisaje. Los retratos van acompañados de observaciones de vecinos de comunidades cercanas, entrevistas que guían explícitamente al lector a través de la articulación de la modernidad en la sociedad andina del Cusco.

Una vez que Barreto tomó los retratos, trabajó con el antropólogo peruano Francesco D’Angelo para diseñar un método para entrevistar a personas de Cusco sobre sus pensamientos sobre las fotos que había tomado.

Al mostrar las imágenes impresas a diferentes grupos de personas en el área, exploró cómo las personas se veían a sí mismas y qué entendían como identidad andina. Pudieron comprender mejor cómo las personas se percibían entre sí, ya que el fondo blanco invitaba a los participantes a prestar atención al individuo sin vincular a los sujetos a un lugar específico. El objetivo era crear una etnografía experimental; en lugar de describir lo que vio Barreto con sus propias palabras, permitió que los participantes hablaran por sí mismos a través de sus descripciones de las fotografías.