Comunidades nativas resisten una hidrovía en la selva peruana
Tránsito marítimo
El Gobierno del Perú impulsa la construcción de una hidrovía en la Selva peruana, la cual pasará por los ríos Huallaga, Ucayali, Marañón y Amazonas. Sin embargo, en lo que se advierte como un posible conflicto social a futuro, comunidades nativas de la Amazonía han rechazado el proyecto, citando falta de estudios sobre cómo afectarán las obras a los ríos, los peces y la pesca, actividad con la que ellos subsisten. Esta preocupación es compartida por organizaciones especializadas.
El proyecto busca permitir la navegación de naves de mayor calado en ríos amazónicos para facilitar el transporte de mercancías en la Amazonía peruana. La obra implica el dragado para la remoción de rocas, arena, sedimentos y otros materiales de al menos 13 Malos Pasos (tramos de ríos de muy poca
profundidad) a fin de que los ríos Amazonas, Huallaga, Marañón y Ucayali tengan suficiente profundidad para permitir el pase de estas embarcaciones comerciales.
La obra requiere crear un canal de navegación de un máximo de 56 metros de ancho para el tránsito de naves de 1,8 metros de calado en los ríos Huallaga, Marañón, Ucayali y Amazonas, en cuyas riberas se asientan 424 comunidades nativas, de 14 etnias distintas, que según los dirigentes se verían perjudicadas. La obra estará a cargo del consorcio Cohidro -formado por la peruana Casa Contratistas (CASA) y la china Sinohydro- a lo largo de 2.687 kilómetros de estos ríos.
El contrato firmado en 2017, durante el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, requerirá una inversión inicial de 95 millones de dólares y a cambio de una concesión por 20 años. La concesionaria Cohidro dice en su página web que hidrovía permitirá una navegabilidad segura y eficiente en la Amazonía, además del desarrollo económico, un mayor comercio con Ecuador, Colombia y Brasil, así como la reducción de costo del transporte fluvial, entre otros.
Rechazo
Dirigentes denunciaron que las obras para la hidrovía afectarán a más de 400 comunidades nativas y dañará los cauces de los cuatro ríos involucrados. “Rechazamos la construcción de la hidrovía porque afectará la seguridad alimentaria de 422 comunidades que viven de la pesca y de otras especies de los ríos”, dijo en rueda de prensa Lizardo Cauper, presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), la mayor organización indígena del país.
Lizardo Cauper agregó que el mayor problema del proyecto es, precisamente, que contempla el dragado del lecho en 13 zonas de los cuatro ríos para que los barcos de mayor tamaño puedan navegar. “No se ha hecho un estudio científico para conocer la cantidad de sedimento que se moverá en el dragado y la forma que afectará a los peces, sus consecuencias en las comunidades que viven de los ríos”, dijo.
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