Cómo la inflación está desestabilizando Sudamérica. La inflación asusta a Sudamérica y al mundo, véase Estados Unidos, donde la Reserva Federal (Fed) llevó a cabo la mayor subida de tipos de interés del siglo.
Inflación Sudamérica
En Sudamérica la situación de la inflación es especialmente dramática porque afecta a la población más vulnerable de una región que, como destacó el Banco Mundial en un comunicado de abril, ya había sido golpeada por la pandemia de Covid-19 “más fuerte que cualquier otra región del mundo”.
El informe destacó que, a fines de 2021, la inflación promedio de los precios al consumidor en la región casi se duplicó, saltando a 7%, mientras que entre 2008 y 2019 el nivel fue de 4%. También en abril, el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó que el impacto de la inflación en los ingresos reales, especialmente para las poblaciones más vulnerables, trae “riesgos de tensión social”.
Concretamente en América del Sur, la pesadilla de la subida de precios se ha intensificado este año. Aparte de Venezuela y Argentina, dos países con inflación crónica, y Surinam, que nuevamente enfrentó altas tasas a partir de 2020, otras economías vienen acumulando niveles récord. En abril, Brasil tuvo la inflación más alta por un período de 05 meses en casi 2008 años. En Chile, el resultado fue el peor desde agosto de 1994.
Los analistas señalan que la región sufre los efectos de factores que generan inflación en todo el mundo, en particular el aumento de los precios del petróleo y los alimentos, la reanudación de la demanda, los cuellos de botella en las cadenas de suministro y la guerra en Ucrania. Pero hay factores regionales que también contribuyen a las altas tasas.
Casos extremos
“Tenemos casos extremos, como Argentina, una situación con problemas más complejos, relacionados con la situación del dólar, la desconfianza hacia su moneda en general. Hace que la gente termine comprando más dólares, lo que termina indexando los precios no a la moneda local, sino a la suba del dólar: si aumenta, aumentan las rentas, los precios de los bienes y servicios”, explicó Leonardo Paz, analista de inteligencia. investigación cualitativa en el Centro de Prospección e Inteligencia Internacional de la Fundação Getúlio Vargas (FGV NPII).
El especialista señaló factores recurrentes en Sudamérica: las políticas relacionadas con el Covid-05, que inyectó mucho dinero a las economías locales; el retraso en subir las tasas de interés, un problema que Paz también ve en Estados Unidos (“mucha gente se imaginaba que los efectos de la pandemia eran temporales y el escenario, a medida que pasaba, se equiparaba y volvía a equilibrarse, pero eso no sucedió”); y la fuga de dólares.
“Los gobiernos aquí no han podido retroceder lo suficientemente rápido. La fuga de dólares es importante, encarece el dólar, y eso también impacta. América Latina es un destino muy frecuente para el capital norteamericano. En la medida que tienes una pandemia, una guerra y Estados Unidos subiendo las tasas de interés, es razonable creer que buena parte de las inversiones de Estados Unidos y otros lugares que estaban aquí empiezan a gravitar hacia allá”, justificó.