Cómo era Lima antes de la fotografía. Un grabado de 1870 mostraba a Lima, la Ciudad de los Reyes, con su puente de piedra, sus tapadas y un río hablador veraniego y de copiosa floresta.
Lima grabados
Los grabados son poco frecuentes hoy en día. En la época anterior a la fotografía, este arte gráfico permitió conocer cómo era una sociedad al otro lado del horizonte. Es el caso de Lima.
La mirada de los viajeros, y los grabados (también llamados viñetas) que acompañaron sus textos, fueron vitales para construir en el imaginario una sociedad antes de la llegada de la fotografía.
En 1890, Carlos Prince, francés que vivió 50 años en el Perú, ya preocupado por la Lima que se iba, editó dos libros que recuperan el arte de las viñetas con pequeños textos sobre personajes de Lima Antigua y Tipos de Antaño.
“Los tipos antiguos se van extinguiendo, paulatinamente se van perdiendo de vista, y hay en la actualidad muchísimas personas que desconocen sus antecedentes y anticuadas costumbres. […] No solamente los extranjeros, sino hasta las personas nacidas en la ciudad, ignoran las transformaciones que han sufrido ciertas cosas y lugares”, escribió el editor.
En un grabado denominado Habitans du Perou, que apareció en una publicación parisina, se presenta a una pareja de nativos de estas tierras del Inti. Ambos con plumas en las cabezas, capas a la espalda, faldones. Él con ojotas, ella descalza. De acuerdo al ilustrador, eran el común denominador de los habitantes del Perú virreinal.
A propósito, Mario Cárdenas Ayaipoma, en La población aborigen en Lima colonial (2014), nos recuerda que Lima nunca dejó de ser andina, chola.
Suelta el dato que, de acuerdo con el padrón de los años 1756-1761, había en la capital 2,078 “indios”. Y que en 66.8% este grupo poblacional, también limeño, superaba a los nacimientos de otras “razas” (blancos, negros, mestizos y otros) que habitaban nuestra ciudad.