Chile, alcalde comunista en líos por llamar al judaísmo “supremacista”

Chile, alcalde comunista en líos por llamar al judaísmo “supremacista”. Daniel Jadue, alcalde de Recoleta en las afueras de la capital de Chile hizo comentarios desorbitados sobre el judaísmo. Polémica sinfín.

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El alcalde de Recoleta en Santiago de Chile, la máxima autoridad pública del comunismo chileno, sigue siendo criticado por llamar al judaísmo una religión “supremacista” y compararlo con el nazismo.

Daniel Jadue, alcalde de Recoleta en las afueras de la capital de Santiago, hizo los comentarios la semana pasada mientras asistía a un evento centrado en el libro del periodista chileno Pablo Jofré Leal, Sionismo: la ideología que extermina.

“Ser judío parte de una concepción que tiene que ver con la concepción supremacista de ser parte de un pueblo elegido, entonces, si ya eres parte de un pueblo elegido no crees en la igualdad de todos los seres humanos ante nada, ¿bien?» él dijo. «Bueno, aquí nos enfrentamos a una ideología que creo que es la cosa más nazi que he visto en mi vida».

Jadue, que es de ascendencia palestina y es un político marxista y autoproclamado comunista, también dijo que era una «contradicción» ser judío e izquierdista, aunque también dijo que tenía «muchos amigos» que son judíos de izquierda.

Interna comunista

En un artículo de opinión escrito en una publicación local, Carmen Hertz, política del Partido Comunista chileno y abogada de derechos humanos, y Miguel Lawner, un destacado arquitecto que trabajó para el gobierno izquierdista de la Unidad Popular de Salvador Allende hasta el asesinato de Allende en 1973 y el golpe de estado de Augusto Pinochet, criticó los comentarios de Jadue y calificó de “inconcebible” que judaísmo e izquierdismo fueran incompatibles.

Los autores, ambos de ascendencia judía, le exigieron disculpas por sus comentarios.

“Comprenderán que es paradójico, extraordinariamente contradictorio y irritante para nosotros escuchar las palabras pronunciadas por nuestro camarada Daniel Jadue, afirmando que considera una contradicción ser judío y tener ideas de izquierda”, escribieron Hertz y Lawner.

También señalaron que Jadue había firmado recientemente una declaración de chilenos de origen palestino y judío condenando la guerra en Gaza. Chile es el hogar de la comunidad palestina más grande fuera de Medio Oriente.

“Respeto a Carmen y a Miguel, pero se equivocan”, respondió Jadue en un post en X. “En la presentación del libro comenté el tipo de discusión que he tenido con amigos judíos de izquierda. La alusión a los nazis no es a ellos sino a la ideología que el libro desmenuza.

“Lamento esta falsa controversia y no acepto la cancelación que se busca a través de un medio de comunicación de derecha, ampliamente replicado, mientras miles de inocentes siguen siendo asesinados por Israel en medio de una ocupación genocida”.

Antisemitas

Jadue ha sido acusado de hacer comentarios antisemitas en el pasado. En 2021, se desenterró la página de su anuario de la escuela secundaria, en la que sus compañeros escribían que el mejor regalo que podían hacerle era “un judío al que apuntar”. Otras notas en el anuario lo describían como un “antisemita” y decían que estaba destinado a convertirse en “jefe de la OLP [Organización de Liberación de Palestina], para limpiar la ciudad de judíos”. También se ha referido a la comunidad judía del país como la “comunidad sionista” y ha dicho: “Me llevo muy bien con los judíos… tengo algunos problemas con los sionistas”.

En respuesta al asunto del anuario y a una demanda de la Cámara de Diputados de Chile en ese momento de que negara las acusaciones de antisemitismo, Jadue publicó “Póngase serio” en Twitter y describió la controversia como una distracción inventada por políticos de derecha.

La semana pasada, Jadue trazó un paralelo entre Israel y la Alemania nazi al publicar un clip en el que alguien arranca un cartel de Adolf Hitler para revelar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en su lugar, haciendo un saludo nazi. El texto que acompaña a la publicación decía: «¡Nunca más!».