Castillo de Perú, el socialismo no tan amigo de los pobres. El presidente peruano Pedro Castillo puede o no ser socialista, aunque está demostrando una distancia asombrosa con los más pobres del país.
Castillo Perú socialismo
El lema de campaña para las elecciones presidenciales de junio del sorpresivo Pedro Castillo rezaba: «No más gente pobre en un país rico».
Es lo de menos. Lo que tuvo un peso real entre los votantes fue su origen personal como campesino, un habitante rural generalmente con herencia indígena y vínculos con la tierra. Para muchos, eso convirtió a Castillo en la antítesis viviente de las élites limeñas, en su mayoría blancas, que han supervisado una economía en auge en un país que todavía está plagado de corrupción, desigualdad e injusticia galopantes.
Pero ahora, apenas cinco meses después del mandato de cinco años de Castillo, está surgiendo una imagen de un presidente que, por comisión y omisión, está demostrando ser cualquier cosa menos un amigo de los peruanos más pobres.
En cambio, su administración se ha alineado con intereses creados dudosos para revertir reformas muy necesarias que tenían como objetivo mejorar la calidad de la instrucción en las escuelas estatales y finalmente proporcionar a los peruanos un transporte público seguro y confiable.
Por lo pronto, el «socialista» Castillo, de 52 años, ya se ha visto inmerso personalmente en una serie de escándalos en un país donde la corrupción endémica ha obstaculizado durante mucho tiempo el crecimiento y alimentado la inequidad económica, incluso cuando la proporción de peruanos que vive por debajo del nivel de pobreza, cualquier persona que viva con menos de 360 soles, saltó al 30 por ciento durante la pandemia, frente al 20,2 por ciento en 2019.
Inversiones
Mientras, uno de sus ministros, Oscar Murtua, aseveró que los inversores se enfocan en destinos donde hay rentabilidad. En ese sentido, remarcó que no ha habido ningún cambio en esta legislación en el Perú, sino la voluntad de impulsarla.
Maurtua también comentó que el Perú disfruta actualmente de una época en la que los precios de los minerales en el mundo dependen de un enorme atractivo.