Boogarins, la música brasilera de Goiânia fuera de moda. Con los años, los Boogarins de Goiânia, Brasil, han mostrado una gama de música psicodélica, desde baladas pop trippy hasta experimentación electrónica.
Boogarins Goiânia
La pista de cierre de Machaca Vol. 2 , su última colección de probabilidades y fines, parece explorar cada uno de estos experimentos en una canción cohesiva y relativamente corta, lo que la convierte en un punto culminante de su carrera hasta ahora y un trampolín emocionante para el futuro de la banda.
La banda Boogarins lanzó Manchaca, Vol. 2, que reúne grabaciones, demos y descartes grabados en el estudio en los últimos años. El lanzamiento marca una especie de punto final para esta fase del grupo que, al final de este ciclo, abre caminos infinitos.
La obra no es una recopilación de canciones inacabadas e inéditas, sino un disco lleno de vida que, al traer canciones más elaboradas o “pulidas” que las del primer volumen, presenta otra forma de creatividad interior, su fuente, donde se reunen todas sus debilidades.
La psicodelia y el experimentalismo que impregnan los registros y presentaciones del grupo se unen y crecen en forma de canciones que muestran la gran quimera cultural que es la base de la música popular brasileña.
Canciones como “Correndo em fúria” y “Meto o Loco”, ambas creadas en improvisaciones realizadas durante la grabación del corto “Boogarins at Casa das Janelas Verdes” (2017), cuando fueron grabadas “definitivamente” por la banda en Austin, Texas, adquieren grandes alas y aires, evolucionando de forma natural dentro de nuevos arreglos y texturas sonoras.