Jorge Drexler y Mon Laferte se encuentran en un cruce musical que el propio compositor uruguayo describe. «La canción es un pedido de asilo sentimental en forma de ranchera. La grabé con la maravillosa Mon Laferte en una toma entera. Y lo que ustedes ven en el video es tal y como fue grabada: una guitarra eléctrica y dos voces en vivo. Fue una experiencia de una intensidad realmente enorme. Espero que eso se note en este registro audiovisual”.