Argentinos celebran nueva etapa de Messi, ahora en el PSG. Los argentinos reaccionaron con alegría cuando su ídolo nacional Lionel Messi llegó a Francia para incorporarse al Paris Saint-Germain luego del Barcelona.
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El país sudamericano a 11.000 kilómetros de París, no evitó que los argentinos estuvieran pegados a sus pantallas siguiendo los últimos movimientos del número 10 más famoso del mundo.
«Messi y el día del 10: ¡llegó y revolucionó París!», dijo el diario deportivo Ole, refiriéndose al día del mes y al dorsal de Messi.
Si bien los fanáticos del Barcelona pueden llorar por la pérdida de su estrella y los fanáticos del PSG se regocijan, los argentinos vieron positivamente la jugada del seis veces ganador del Balón de Oro.
«Llegó al final del ciclo en Barcelona y es bueno ampliar sus horizontes», dijo a la AFP José Iturria, un trabajador de la salud de 60 años en Buenos Aires.
«La verdad es que se merece lo mejor porque es el mejor jugador del mundo».
Messi se une a otras estrellas en París, como el delantero francés Kylian Mbappé, el portero italiano Gianluigi Donnarumma, el central español Sergio Ramos y el brasileño Neymar.
Darío Luque, de 38 años, dijo que su nuevo club le dará a Messi «un cambio de aires y como estará rodeado de más estrellas será bueno para él y para el equipo».
El embajador de Argentina en Francia, Leonardo Constatino dijo que entre los argentinos en Francia “hay un gran orgullo. Todos están encantados y es muy emocionante. Tenemos la suerte de tener al mejor jugador del mundo en París».
Constatino dijo que había recibido «muchas llamadas» de personas que querían conocer a Messi.
La asociación de fútbol de Argentina produjo un emotivo video que circuló en las redes sociales que comenzó con las lágrimas de Messi en su rueda de prensa de despedida en Barcelona.
«Lo más increíble es que ningún argentino te abandonará jamás, vaya a donde vayas», decía el video que presentaba escenas de la carrera y la vida familiar de Messi.
El mes pasado, Messi inspiró a Argentina a la victoria en la Copa América, para poner fin a la espera de 27 años del país por un gran trofeo.
