Argentina, Cristina Kirchner ante 12 años de prisión por corrupción. Breves momentos de tensión cerca de la casa de Cristina Kirchner, acusada de corrupción en Argentina con pena de prisión de 12 años.
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Las manifestaciones del lunes por la noche de opositores y simpatizantes de la vicepresidenta argentina Cristina Kirchner frente a su casa en Buenos Aires resultaron en algunos momentos tensos, con la intervención policial manteniendo a los dos lados separados.
Luego de una acusación de la justicia argentina, el fiscal de la causa pidió 12 de prisión por corrupción para la controvertida política de Argentina. Le endilga ser la cabeza de una banda criminal que provocó desfalco al Estado por 2500 millones de dólares.
Dos mítines separados se formaron espontáneamente en la tarde en el barrio de Recoleta, pocas horas después de la acusación de 12 años de prisión pronunciada contra Cristina Kirchner durante un juicio por corrupción. La sentencia no se conocerá hasta dentro de unos meses y la vicepresidente goza en este momento de inmunidad parlamentaria.
Unos cientos de opositores se habían concentrado en un cruce de caminos cerca de la casa de Cristina Kirchner, portando banderas argentinas, golpeando ollas, coreando consignas hostiles a la vicepresidenta peronista y figura de la izquierda argentina, y celebrando la acusación.
Simpatizantes de Cristina Kirchner un poco más numerosos también convergieron ruidosamente después, y la policía de la capital se desplegó rápidamente, estableciendo gruesos cordones, algunos con equipo antidisturbios, para mantener los dos campamentos remotos.
Detenciones
Algunas refriegas de los kirchneristas con la policía los llevaron a usar gases lacrimógenos y, según varios medios argentinos, un diputado provincial kirchnerista fue detenido brevemente.
En un tuit, Cristina Kirchner se indignó por la tarde que «la policía de Larreta (Horacio, el alcalde bonaerense de centroderecha) se sume a la agresión contra mi persona». Ella denunció que “usó palos, gas pimienta y gas lacrimógeno para reprimir a los ciudadanos que se habían acercado en señal de apoyo”.
Casi tres horas después del inicio de los mítines, simpatizantes de la vicepresidenta seguían presentes en gran número, coreando consignas procristina kirchnerista, mientras la policía, con refuerzos de la policía federal, controlaba la situación.